Todos los ciudadanos que compraron un coche entre el 2006 y el 2013, tienen que tener en cuenta que la gran mayoría de vehículos que se vendieron en estos años tenían un sobreprecio que ahora los fabricantes tienen que devolver a los compradores; un sobreprecio que puede llegar a los 3.000 euros.
La gran mayoría de marcas de coches (Seat, Volkswagen, Audi, Renault, Peugeot…) se pusieron de acuerdo para aumentar de forma ilegal el precio de sus vehículos y repartirse el dinero y ahora la justicia los ha pillado. Los expertos calculan que hay cerca de ocho millones de coches que se vendieron a precios más elevados del que tocaba y la mayoría de compradores no se han enterado que les pueden devolver este dinero que pagaron de más.
Todo salió a la luz pública porque el grupo Volkswagen confesó esta mala praxis, cosa que ha provocado que ellos queden exentos de pagar la multa en el Estado. Sí que tendrán que devolver el dinero que los compradores pagaron de más por los vehículos que se vendieron más caros de lo que tocaba.
Quiénes pueden pedir una indemnización
Las marcas involucradas en el cártel son las siguientes: Alfa Romeo, Audi, BMW, Chevrolet, Chrysler, Citroën, Dodge, Fiat, Ford, Honda, Hyundai, Jeep, Kia, Lancia, Lexus, Mercedes Benz, Mitsubishi, Nissan, Opel, Peugeot, Porsche, Renault, Seat, Skoda, Toyota, Volkswagen y Volvo.
Puesto que el listado incluye a casi todas las marcas generalistas, además de algunas de gama alta, y que la cuota de mercado conjunta por entonces representaba casi el 91% del total, son millones las personas que compraron algún coche en ese periodo y que tienen altas probabilidades de poder reclamar una indemnización.
Cómo efectuar la reclamación
Quienes hayan comprado un vehículo de las marcas mencionadas entre 2006 y 2013 y deseen efectuar su reclamación, o al menos consultar si pueden hacerlo, pueden optar entre varios caminos posibles. Por un lado, es posible actuar de forma individual. Esto requiere los servicios de un abogado, un procurador y un perito. Por lo general, implica una inversión inicial de dinero en concepto de honorarios.
Por el otro, existe la opción de la acción colectiva, que suele resultar ventajosa en casos tan masivos como este. Es por ello que muchas organizaciones de consumidores ya han puesto manos a la obra para convocar a posibles damnificados por el cártel de los coches.
OCU ha iniciado una campaña para organizar una reclamación colectiva: en su web informa de que ya se han inscripto más de 41.000 participantes. Asegura que no será necesario que quienes participen de ella aporten documentación adicional.
¿A qué “documentación adicional” se refiere? Pues para concretar la reclamación serían necesarios tres tipos de documentos:
- Factura de la compra, o el contrato de “leasing”, de haberse adquirido de esa manera, o algún otro documento que certifique la transacción y el precio pagado por el vehículo.
- Ficha técnica del coche, permiso de circulación o tarjeta de transporte, para confirmar las características del vehículo.
- En caso de que la persona afectada ya no posea el vehículo: justificante o contrato de la venta del coche, o justificante del precio de venta percibido.