Desde que nos levantamos, en muchas ocasiones lo primero que hacemos es mirar el móvil, mientras desayunamos, mientras viajamos en el transporte público, durante una comida… Quizás ya no somos capaces de vivir sin nuestro móvil.
¿Es una adicción o una dependencia, o una necesidad? Grupos de amigos que quedan a cenar y nadie despega la vista del móvil, visitar lugares a través de la cámara del teléfono en vez de admirar el paisaje con nuestros ojos o la imposibilidad de realizar tareas cotidianas. Andar por la calle con la mirada fija al móvil, sin darnos cuenta de quien pasa por nuestro alrededor.
La adicción al móvil no está tipificada como trastorno en el ámbito de las enfermedades mentales
La relación que nos une a la tecnología que nos rodea debería estar siempre guiada por el principio de que nosotros la controlemos a ella, y nunca al revés. Llevar un smartphone, que es un ordenador en miniatura, en el bolsillo nos ha abierto un mundo de posibilidades: seguir la actualidad al minuto, hasta aprender cualquier cosa que nos interese, trabajar en cualquier sitio, en cualquier momento o hablar con alguien, estar permanentes conectados.
Aparentemente todo son ventajas, si aprendemos a relacionarnos con nuestro móvil de una forma sana, tal como indican los especialistas. Eso significa tener el control de cuánto y cuándo lo usamos y saber prescindir de él cuando queramos.
Los problemas aparecen cuando la tecnología te controla a ti y no al revés. Si el uso que le das a tu móvil interfiere en tus relaciones personales, si no te deja descansar lo suficiente o no puedes disfrutar de actividades que no involucren un teléfono móvil, entonces es cuando tienes un problema.
Algunas ideas que pueden ayudar a gestionar mejor la relación con el móvil:
1. Replantearse las notificaciones:
Una notificación con sonido y vibración es una llamada de atención irresistible, y allí acudes cada vez que entran. Si tienes varias redes sociales activas, eso puede ser excesivo.
2. El móvil, boca abajo o fuera de la vista
Trata también de dejar el móvil en un sitio o posición en el que no veas la pantalla mientras estás haciendo otras cosas. Así oirás si entra algo que consideres tan relevante como para dejarle el sonido activado, pero no estarás desviando la vista cada vez que se ilumine la pantalla.
3. El modo nocturno todas las noches
No tiene ningún sentido que el móvil te quite tiempo o calidad de sueño, algo que puede ocurrir si lo tienes vibrando o encendiéndose junto a tu cara por las noches. Activa el modo nocturno antes de dormir.
4. Déjatelo en casa de vez en cuando
Pocas cosas hay tan urgentes que no puedan esperar un rato, así que prueba a salir de casa de vez en cuando sin el móvil.
5. Acostumbra a tus contactos a que no dispongan de una respuesta inmediata
.Solo tienes que acostumbrar a tus contactos a que tus respuestas pueden demorarse, y no pasará nada, si es muy urgente lo que te tienen que decir, te pueden llamar.