Las piernas cansadas, durante la etapa de calor, son un trastorno que se debe principalmente, al aumento de las temperaturas. Tener molestias en las extremidades por el cambio de temperatura, puede deberse a factores internos de cada persona, que aumentan la sintomatología en épocas de calor.
Lo que ocurre es que las altas temperaturas favorecen la dilatación de las venas, provocando que el retorno venoso se vea afectado y genere la sensación de pesadez. La sintomatología más común es adormecimiento de las piernas, cansancio, hormigueos, hinchazón y calambres, síntomas que resultan muy molestos para quien los sufren.
Los médicos ponen de ejemplo el funcionamiento de un coche viejo, lo puedes poner a 120 y va bien, pero lo pones a 140 y carraspea. Lo mismo nos pasa en el cuerpo, en este caso el poner a 140 el coche, sería el sobrepeso, calor o sedentarismo.
El resultado es que tenemos un coche que está perfecto, pero no aguanta los componentes extras que le añadimos y es cuando aparecen los síntomas.
¿Qué personas son más propensas a padecer este trastorno?
- Pacientes con enfermedad venosa previa: Pacientes que ya presentan insuficiencia venosa, con o sin varices, y con el calor tendrán un aumento de la sintomatología.
- Pacientes sin enfermedad venosa previa: Este es el caso más común, se trata de pacientes sin enfermedad venosa, pero que siguen unos hábitos de vida, poco saludables, y, por tanto, con la llegada del calor, presentan una mayor sintomatología.
Las causas más frecuentes podrían ser:
- Sobrepeso
- Sedentarismo
- Sensibilidad especial para los cambios temperatura
¿Qué tratamiento podemos aplicar para mejorar?
Si se hace un estudio venoso completo del paciente y la mayoría de las veces, suele salir normal, aun teniendo sintomatología. Tras analizar al paciente y ver que no tiene otros problemas venosos, se les dan una serie de recomendaciones para aliviar estas molestias:
Consejos para la prevención y alivio del síndrome de piernas cansadas
- Mantener las piernas en alto. Hacer descansos con las piernas elevadas de unos 20-30 minutos dos o tres veces al día puede ayudar al correcto funcionamiento vascular. También se recomienda dormir con las piernas en alto unos 10 o 20 cm.
- Evitar el calor y la exposición al sol.
- Estimular la movilidad de las piernas caminando o haciendo ejercicio.
- Utilizar ropa cómoda.
- Evitar el sobrepeso y el extreñimiento.
- Hacer un poco de ejercicio diario como, por ejemplo, caminar, hacer natación, o en cualquier ejercicio aeróbico
- Utilizar medias elásticas de compresión (si la sintomatología es muy importante)