La ola de denuncias de acoso y abuso sexual, han provocado conversaciones que quizá nunca habíamos tenido con compañeros de trabajo, amigos o familiares.
Muchos hombres están sorprendidos, consternados y sacudidos, tras conocer la extensión de estas acusaciones de acoso sexual proviniendo de tantas partes, tan continuas y en muchos ámbitos de nuestra vida, social, laboral y familiar.
Ha habido, y hay comportamientos dentro de los hombres hacia las mujeres, intolerables, injustificables, que deben ser castigados con dureza y sin miramientos, y que tienen que servir de ejemplo para que nunca más vuelvan a ocurrir.
Pero sería una verdadera pena que empezáramos a decirles a las mujeres y hombres que cualquier hombre es un depredador. Una verdadera lastima.
El contenido de este artículo de opinión forma parte de la línea editorial de EL TOT L’HOSPITALET-BAIX LlOBREGAT, AQUI BARCELONA, y AQUI TARRAGONA