18/07/2024

Las autolesiones y los intentos de suicidio aumentan entre los adolescentes y se inician antes, a los 12 años

Según un estudio del Hospital de la Vall d’Hebrón

Jeunes
28/03/2021

Crecen mucho las autolesiones, ya son una cuarta parte de todas las urgencias psiquiátricas que llegan a pediatría. Uno de cada cuatro pacientes pediátricos que acudieron a las urgencias del Hospital Infantil Vall d’Hebrón, por un motivo psiquiátrico entre los años 2015 y 2017 tenía las autolesiones como motivo de consulta.

Así lo muestra un estudio hecho por el Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Vall d’Hebrón y el CIBERSAM (Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental).

El estudio, titulado «Prevalencia a tres años de las conductas autolesivas entre los motivos de consulta a urgencias en población infantil y juvenil», se ha publicado en la revista Actas Españolas de Psiquiatría.

Los autores analizaron 566 episodios clínicos relacionados con un problema de salud mental que se atendieron en las urgencias pediátricas entre los años 2015 y 2017.

Se constató que una cuarta parte tenían problemas de autolesiones, como por ejemplo intentos de suicidio por sobre ingesta de medicamentos, cortes en los brazos, golpes auto afligidos, ideas de morir y otros.

El problema se ha observado especialmente en chicas de una edad mediana de 15 años y a menudo sin patologías psiquiátricas de base.

Según el líder del estudio, Marc Ferrer, jefe de la Sección de Hospitalización del Servicio de Psiquiatría e investigador principal del Grupo de Investigación en Psiquiatría, Salud Mental y Adicciones de Vall de Hebrón Instituto de Investigación (VHIR), estos datos obligan a reflexionar.

«Es un problema creciente y preocupante. Son chicos y chicas que por la edad que tienen tendrían que estar disfrutando de la vida sin muchas preocupaciones y, en cambio, tienen un gran sufrimiento emocional y una manifiesta incapacidad para soportarlo, y llegan a la autolesión y en algunos casos al suicidio.»

El estudio ha contado con la colaboración de la Unidad de Urgencias de Pediatría. La doctora Mónica Sancosmed, del Servicio de Pediatría, comenta las posibles causas de este comportamiento.

«Cualquier forma de provocarse dolor es una forma de expresar el sufrimiento (rabia, tristeza, soledad). Son emociones que no pueden expresar, y les es más fácil controlar el dolor físico que el emocional. Con esto liberan una parte de la ansiedad que sienten.»

Sobre las causas concretas de cada caso, el estudio señala múltiples factores que interactúan. Hay de sociodemográficos (predominio del sexo femenino) y de psicopatológicos (baja autoestima, depresión, trastornos de conducta, abuso de sustancias).

También hay otros factores psicosociales que pueden precipitar: acoso escolar, divorcio de los padres, problemas familiares, abuso sexual, violencia doméstica, problemas económicos, paro, dificultades en las relaciones sociales, sentirse diferente, diferencias étnicas, culturales.

Estas situaciones han aumentado, y esto, sumado a la eclosión de las nuevas tecnologías, ha generado y ha fomentado este fenómeno, porque ante situaciones negativas muchos adolescentes y preadoslecentes encuentran una salida.

«Se refugian en la realidad virtual de las redes sociales, en las cuales últimamente se ha añadido un cambio en la percepción y ya no ven las autolesiones como una cosa negativa, y sienten cierto bienestar por la pertenencia a un grupo y formar parte de algo que está de moda.»

Un ejemplo de este fenómeno, apunta la doctora Sancosmed, son las etiquetes #autolesión o #selfharm que se utilizan en redes sociales como Instagram o Twitter.

La edad mediana de los chicos y chicas que consultan a urgencias por un problema relacionado con la salud mental ha ido bajante: de los 16 años el 2015 a los 12 el 2017. La tendencia no se da solo a Catalunya.

«Desgraciadamente, los datos de este estudio van en el mismo sentido que las que se observan en estudios parecidos en otros países y refuerzan la evidencia de la necesidad urgente de obtener recursos específicos para esta población tan vulnerable que después puede desarrollar trastornos psiquiátricos graves y que se pueden cronificar.»