L’Hospitalet: L’Escola Bressol Municipal La Casa de les Flors i Cavall de Cartró promueven el consumo y producción responsable para combatir el malbaratamiento alimentario

Combatir el derroche alimentario es una de las prioridades de l’Escola Bressol Municipal La Casa de les Flors, ubicada en L’Hospitalet de Llobregat, y de la entidad gestora, Cavall de Cartró. Por esta razón, esta entidad está formando internamente la dirección y el personal de cocina, con el objetivo de reforzar la sostenibilidad y también cualitativamente su espacio alimenticio.

Pesar la comida que se utiliza, valorar las cantidades que se desaprovechan y revisar las que se compran, adquirir productos de caducidades más largas y plantear alternativas a los que tienen una vida más corta son algunas de las nuevas acciones que se han implementado para favorecer este cambio.

Con el objetivo de mejorar, la técnica de nutrición y dietética, Georgina Méndez, explica que también “Hemos repensado aquellos platos que no tenían tanta buena acogida entre los niños, eso si manteniendo que sean menús equilibrados y saludables. Para hacerlo, una medida clave es poder adaptar las cantidades en función de la edad de los niños, respetando la sensación de hambre expresada por ellas y ellos”, comparte.

Las formaciones se engloban en el Plan de Prevención que el Departament d’Acció Climática, Alimentació y Agenda Rural de la Generalitat de Catalunya, el cual persigue reducir el derroche alimentario, en concordancia con el objetivo de las Naciones Unidas de cara al 2030. Así lo declara la técnica de Calidad y Mediambient de Cavall de Cartró, Sònia Garcia: “Nuestro reto actual es conseguir sensibilizar a los equipos de lo que significa “tirar” comida, y poder llegar así a una producción adecuada según las necesidades reales. La aprobación, el 7 de junio de 2022, de la Ley de Prevención de las pérdidas y el derroche alimentarios exige implicar a todo el mundo para lograr los objetivos de reducción”.

Impulsar el cambio desde las escuelas, es clave en la reducción del derroche alimentario,
conscientes de la preocupación social y la repercusión ambiental que el derroche alimentario genera sobre el planeta.

Cada vez se tira más comida a la basura, y por lo tanto se malgastan todos los recursos que se han necesitado para que ésta llegue a la mesa, desde el inicio, hasta el final de la producción, pasando por el cultivo, la recolección, la transformación y el empaquetamiento.

En este sentido, la entidad defiende que impulsar el cambio desde las ‘Escoles Bressol’, haciendo partícipe el alumnado, ayudará a que los y las jóvenes del futuro sean más responsables y tengan mayor conciencia de las consecuencias sociales y medioambientales de tirar alimentos.