Cuando el verano llega a su fin… hay que volver a trabajar. Adiós a las sombrillas, a la crema solar y a los bañadores, vuelven los expedientes aburridos, los compañeros más o menos irritantes y el jefe. Volver a la rutina diaria después de semanas, o incluso de un mes de inactividad, no es fácil.
Puede desanimarte o afectar a tu buen humor. Incluso puede que te sientas algo deprimido o sufras el denominado síndrome postvacacional, con irritabilidad, apatía e insomnio. Pero hay una forma de evitarlo o, cuando menos, sobrellevarlo del mejor modo posible.
Cuanto más tiempo te vas, más difícil es volver porque hay que reconstruirse después del descuido de las vacaciones. Para evitar caer en la depresión post-verano, existen algunos consejos y trucos.
Para ello te ofrecemos esta decena de consejos para volver con éxito al trabajo tras las vacaciones. Son sencillos de seguir y dan mejores resultados de lo que puedas pensar. No dudes en ponerlos en práctica
1. Opte por una recuperación gradual. Para evitar una vuelta demasiado abrupta al mundo laboral, se recomienda planificar unos días de transición. «Es importante tomarse dos o tres días para ordenar tus cosas, volver a tus correos electrónicos, clasificar tus prioridades… te permite estar mucho más sereno el día de la verdadera recuperación», aseguran los especialistas.
Para estar tranquilo, tampoco puedes anunciar tu verdadera fecha de regreso a todos tus colegas y clientes potenciales. De esta forma liberarás tiempo para atender las emergencias que genere tu regreso sin que te molesten una serie de llamadas inoportunas.
2. Cuéntales tus aventuras. hablar de tus vacaciones es sumamente positivo y permite prolongar la sensación de bienestar que experimentaste durante el verano. «Evitando, por supuesto, caer en la comparación social».
3. No cuestiones toda tu vida. Después de un largo parón, querer revolucionar tu vida diaria parece la mejor idea del mundo. Error según los especialistas, «Al volver de las vacaciones nos marcamos metas inalcanzables que nos generarán estrés y emociones negativas».
4. No olvides tus buenos propósitos. Si debemos evitar a toda costa la trampa de las cuestiones existenciales, no está prohibido mejorar nuestros pequeños hábitos. «Cuando reanudemos, debemos continuar con todo lo que nos proporcionó bienestar durante las vacaciones, aunque sea en pequeñas dosis».
5. Las comidas. Si has disfrutado de una cocina ligera, repleta de verduras y frutas de temporada. Un hábito que intentar conservar (al menos) hasta septiembre. Sueño. «Hay que seguir permitiéndose dormir según el cansancio».
6. Actividad física. Si en agosto probaste nuevos deportes, ¡sería una pena perderlo todo nada más retomarlo! Para aquellos que no tienen el valor de apuntarse al gimnasio, siempre pueden bajarse una o dos estaciones de metro o autobús antes de su destino para caminar más. Sociabilidad. Tómate un tiempo para ti con tus seres queridos, como durante las vacaciones de verano, y no te fuerces a ver a personas que no te agradan. Simplemente.
7. ¡Planifica tus nuevas vacaciones! “Proyectarse imaginando su próxima estancia desde el inicio del curso escolar puede triplicar la duración de las emociones positivas que ha acumulado durante el verano”, los especialistas recomiendan incluso, si es posible, salir antes de diciembre para evitar un desbordamiento de estrés y fatiga.
8. Prolongar la sensación de bienestar Para evitar que el shock sea demasiado brutal, mantén durante un tiempo tus pequeñas costumbres vacacionales. A la hora del almuerzo, levántate un poco más temprano para tener tiempo de comer bien, como en vacaciones; Si por la noche te gustaba tomar un poco de mojito mientras te dejabas invadir por la oscuridad de la noche, ¡sigue en casa!
9. Sal todo lo que puedas Ya sea para tomar una copa en la ciudad, o si estás un poco arruinado después de tu semana en Ibiza, simplemente sal a caminar para descubrir rincones de tu región, a pasear, respirar el aire o simplemente haz que te inviten a casa de un amigo. Pero pasa el menor tiempo posible en casa en tu tiempo libre.
10. Mira el lado positivo
No todo el mundo tiene la oportunidad de viajar al extranjero durante el período estival o durante el año. Toma conciencia de tu suerte, de la de tener la posibilidad de desconectarte de la vida cotidiana, de descubrir otros sabores, otros colores, otros sonidos y formas de trabajar… ¡a veces puede ayudar poner las cosas en perspectiva!