Vas caminando por la calle y de repente, sin apenas darte cuenta, se da ese instante en el que cruzas la mirada con un desconocido. Un contacto visual fugaz, casi furtivo, que no suele durar más de uno o dos segundos. ¿Por qué lo hacemos? ¿Por qué miramos a los ojos de los desconocidos que nos cruzamos por la calle?, así empieza el reportaje publicado en La Vanguardia que nos ha parecido interesante reproducir.
De entrada, existe una primera conclusión clara: si hemos cruzado la mirada, es que la otra persona también nos ha mirado a los ojos. Pero ¿con qué intención? ¿Qué buscamos nosotros y qué puede buscar el otro? La psicóloga y especialista en comunicación no verbal Teresa Bas explicó en RAC1.cat algunos de los mecanismos sociales y psicológicos que nos llevan a mirar a los ojos de gente que no conocemos.
La experta explica que hay muchos factores subjetivos que pueden explicar esta » interacción instintiva y fugaz «. Eso sí, en todos los casos hay que tener en cuenta la importancia de la vista en una sociedad como la nuestra “para orientarnos y comunicarnos con los demás”. Junto con el contacto físico, Teresa Bas dice que «la mirada es uno de los elementos que nos hace más humanos y más sociales»
La mirada es uno de los elementos que nos hace más humanos y más sociales»
Teresa BasPsicóloga y especialista en comunicación no verbal
Este cruce de miradas tan breve “tiene que ver con una parte instintiva, inconsciente”, que a menudo funciona “como un automatismo”, explica la psicóloga. Y la explicación más común sería esa necesidad de orientarnos y saber qué y quién nos rodea, sea por interés, por curiosidad o por seguridad.
Comprobar si reconocemos a la otra persona, si nos gusta o si, por el contrario, puede suponer algún peligro, serían las principales motivaciones de este contacto visual fugaz. Además, la experta cree que la pandemia puede haber hecho crecer la necesidad de socializar.
Mantener la mirada puede ser señal de curiosidad, atracción o ganas de conexión”
Mirarnos a los ojos es todo lo único que hemos podido hacer en muchos momentos de la pandemia, y la mascarilla limita la forma en la que vemos y reconocemos a los demás. Además, según explica Teresa Bas, con el sentido del tacto y el contacto físico tan reducidos, “los otros sentidos se agudizan” y puede que estemos “más pendientes de encontrar la mirada del otro”.
Cómo reaccionamos ante el contacto visual
La especialista en comunicación no verbal recuerda que «la mirada es como un movimiento más» y que «el contacto visual rompe nuestra burbuja de seguridad». Por eso, una vez se produce el cruce de miradas, hay dos formas básicas de reaccionar: apartar la vista rápidamente o mantener el contacto visual.
La mirada es como un movimiento más» y que el contacto visual rompe nuestra burbuja de seguridad»
Teresa BasPsicóloga y especialista en comunicación no verbal
Cada interacción es un mundo, pero la psicóloga afirma que mantener la mirada puede ser señal de “curiosidad, atracción o ganas de conexión”. En cambio, apartar la vista puede ser «por miedo, incomodidad, vergüenza o rechazo ante alguien que no queremos que venga a hablarnos».
Además, en algunos casos alargar el contacto visual «puede ser intimidatorio», como una especie de desafío y una forma de «ejercer un poder a base de no soltar la mirada».
¿Qué nos transmite la mirada de una persona?
Sobre el poder de la mirada, Teresa Bas explica que los ojos y toda la musculatura de la zona están muy relacionados con «las emociones más instintivas». Además, los humanos “estamos especializados en leer” estos movimientos y reacciones faciales que están conectados directamente con el sistema límbico. reportaje publicado en La Vanguardia: RAC1/ORIOL PETIT 14.05.2022