La última estadística de nacimientos publicada por el Idescat, un organismo dependiente de la Generalitat, difundida este miércoles, muestra que son las madres extranjeras quienes están ayudando a frenar el desplome de la natalidad en Catalunya.
La fecundidad de las residentes en Catalunya con pasaporte español se encuentra en unos porcentajes muy bajos. En el año 2023 nacieron 35.408 bebés de madres con nacionalidad española, que representan dos terceras partes de los que nacían hace diez años y el 80% menos que hace 15 años.
Este porcentaje tan bajo de nacimientos de madres con pasaporte español, comporta que el 34,6% de nacimientos del total de Catalunya y en algunas poblaciones se acerca al 70%, en localidades con muchos residentes inmigrados como Salt, en Girona, sea de madres extranjeras.
En nueve de los municipios catalanes de más de 20.000 habitantes más de la mitad de los recién nacidos ya son de madre extranjeras.
No se trata de que la fecundidad de las mujeres inmigradas sea muy elevada, ya que el año pasado se situó en 1,32 hijos por mujer, lo que ocurre es que la fecundidad de las españolas residentes en Catalunya en el 2023 registró un mínimo histórico de 1,04 hijos por mujer.
Si nos fijamos en el origen de la progenitora, más del 8% de los bebés nacidos en Catalunya eran hijos de madre marroquí (4.560). Le siguieron las paquistaníes (1.334), colombianas (1.157), hondureñas (961) y rumanas (883).
Revisando los datos de algunas ciudades del Baix Llobregat, respecto a los nacimientos de madre extranjera, en Cornellà es del 37,7%, en el El Prat 23%, Esplugues de Llobregat el 34,5%, y L’Hospitalet de Llobregat el 47,3%, en cambio en Sant Joan Despí es del 20,9%, y en Sant Boi del 25,8%. En la capital, Barcelona, suponen el 41%.
Si observamos otras poblaciones de el área metropolitana destacan Santa Coloma de Gramenet, donde el porcentaje es del 51%, en Badalona del 41,1%.