El Ministerio de Igualdad plantea que se pueda cambiar de nombre y de género a los 16 años sin pruebas médicas ni psicológicas o modificaciones de la apariencia física. Con tan solo la declaración exprés de una persona, se podrá hacer el cambio en el Registro Civil.
No hará falta la autorización de los padres. Esta es la principal novedad del borrador de la ley trans, que se está redactando y que se prevé llevar al Consejo de Ministros a finales de febrero.
La ley provoca diferencias en el seno del ejecutivo y se podría modificar antes de aprobarla. La corriente feminista del PSOE critica la autodeterminación de género que permite la norma, porque –según dicen– puede contribuir a vulnerar los derechos de las mujeres ante hechos como el machismo y las desigualdades.
Si el borrador se aprueba, la ley para la igualdad de las personas trans permitirá el cambio de sexo al Registro Civil sin necesidad de informe ni de tratamiento médico, a partir de los 16 años, y entre los 12 y los 16 con el consentimiento de los padres o tutores.
El texto incluye medidas en el ámbito sanitario, educativo, laboral y deportivo, y también abre la puerta a poder solicitar que no se especifique el sexo a los documentos oficiales de identidad, para atender quienes no se identifican ni con el género masculino ni con el femenino.
