El Consell Executiu aprobó ayer una resolución según la cual se prohíben los botellones en Catalunya, así lo anunció la consellera de Presidència y portavoz del Govern, Meritxell Budó. En caso de contravenir la norma se sancionará.
Estas fiestas serán tipificadas como «graves» con multas de entre 3.001 euros hasta 15.000 euros. Los municipios deberán ser los encargados de velar por esta prohibición, especialmente en las calles y las playas, donde se están llevando a cabo tras la orden de cierre del ocio nocturno.
Torra aseguró el lunes que los botellones contribuyen a propagar el coronavirus, más aún cuando Catalunya se encuentra en una situación «crítica» con un alto número de contagios por coronavirus, mayormente entre personas jóvenes.
«Esta resolución ofrece herramientas para actuar si se producen botellones y da cobertura a los que no tenían la prohibición explícita», ha justificado la Consellera de Presidència.