Rehacer el daño causado a la comunidad por una conducta incívica no siempre acaba con el pago de una multa. El Servicio de Mediación Comunitaria del Ayuntamiento de L’Hospitalet ofrece a los infractores la alternativa de una acción reparadora, una propuesta que cada vez tiene más aceptación y que tiene por finalidad evitar la reincidencia.
En el periodo 2020-2021 se han hecho en la ciudad un total de 129 acciones restauratives como alternativa a la sanción económica por actos incívics, cifra que triplica las 43 realizadas el año 2019.
Del total de personas que han realizado tareas socioeducativas los últimos dos años en sustitución de la sanción económica impuesta por una infracción a la Ordenanza del civismo y la convivencia, sólo seis han reincidido en su conducta infractora, lo cual permite hacer un balance positivo.
La mayoría de las acciones reparadoras realizadas estaban por infracciones de convivencia y civismo relacionadas con el consumo de alcohol o drogas en la vía pública, ruidos en viviendas y ruidos en la calle. También ha habido por mal uso, ensuciar y orinar al espacio público, para hacer grafitos, para llevar perros sin ligar o para dañar el patrimonio municipal, entre otros.
Las personas que se acogen a la mediación reparadora hacen, según su infracción, talleres de salud y consumo de alcohol, talleres de convivencia y civismo, actividades comunitarias y entrevistas personales.
Entre otras acciones, algunas personas han participado en iniciativas de mejora del espacio público, como las actuaciones llevadas a cabo en el puente de Matacavalls; otros, con posibles problemas de salud mental, han accedido a acudir a servicios sanitarios de diagnosis y tratamiento; y jóvenes que no estaban trabajando ni cursando estudios han sido dirigidos y se han acogido a itinerarios de inserción laboral a través de los departamentos municipales de Juventud y de Ocupación.
El objetivo es favorecer un papel relevante y prioritario en las medidas alternativas a la sanción para evitar la culpabilización y la victimización, potenciar la responsabilidad y el empoderamiento de la ciudadanía activa, así como aportar elementos de conocimiento y reflexión para favorecer la promoción de la salud.
También se pretende promover la implicación y participación de los infractores en las actividades de cariz comunitario y socioeducativo que se hacen en la ciudad, favorecer la restauración y el fortalecimiento de los vínculos con la comunidad, en más de potenciar la reparación del daño con expresiones de arte urbano dentro de los canales normativos.
Para los que no respetan las normas básicas de convivencia y buen uso del espacio público, la Ordenanza municipal del Civismo y la Convivencia establece sanciones que pueden llegar hasta 750 € en caso de infracciones leves, hasta 1.500 € si son graves y hasta 3.000 € si se trata muy graves.