Los vecinos del barrio de Sanfeliu, han plantado cara con valentía a todas las adversidades que les han ido sucediendo, desde que se inició la pandemia. La falta de recursos y personal en el ambulatorio provocó que los ciudadanos tuvieran que enfrentarse a colas interminables de dos horas en la puerta del ambulatorio, para ser atendidos, cuando se reabrió el ambulatorio después del verano.
El CAP estuvo cerrado durante todo el confinamiento y no se puso en marcha de forma presencial hasta el mes de septiembre. Como consecuencia de la Covid-19, Salud envió el pediatra del barrio, al CAP de la Rambla Just Oliveras, donde se tenían que desplazar los vecinos.
Las personas mayores también se vieron más perjudicadas por esta falta de recursos. Esto provocó protestas para pedir mejoras en la asistencia médica en el CAP del barrio.
Al final, gracias a la lucha constante, y treinta concentraciones de protesta, se ha recuperado el servicio de pediatría en el mismo CAP de Sanfeliu. Por el momento el pediatra presta servicio los martes y los viernes. Antes de la pandemia eran tres días. Imma Cusí representante de la asociación de vecinos, a pesar de este recorte de un día en la prestación del servicio de pediatría, muestra su satisfacción. La lucha ha valido la pena.
