Ayer martes a última hora de la mañana, un joven de 23 años se quitó la vida en el barrio del Gornal de L’Hospitalet. Se tiró desde el balcón de un décimo piso. Perdió la vida al instante.
Los hechos pasaron en la avenida Carmen Amaya, unos vecinos que se encontraban muy cerca, oyeron un estruendo muy fuerte por la caida, y cuando se acercaron el joven ya había fallecido.
El joven impactó con tres perros que habían salido a pasear con su dueño, en aquel momento. Los tres animales murieron también. El dueño de los perros solo sufrió una herida leve en la mano.
La escena según han contado algunos testimonios era sobrecogedora. Al lugar de los hechos se acercó la Guardia Urbana de L’Hospitalet alertada por los vecinos.
El joven formaba parte de una familia muy conocida en el barrio.
Cada dos horas y media se suicida una persona en España, diez al día: los muertos por suicidio duplican a los de accidentes de tráfico, superan en once veces a los homicidios y en ochenta a los de violencia de género.
Los expertos del Teléfono de la Esperanza recuerdan que la literatura científica especializada relaciona la vulnerabilidad de las personas con determinadas enfermedades mentales, pero que los datos estadísticos de adolescentes y jóvenes muestran que, en la mayoría de los casos, el deseo de morir surge como respuesta a una crisis vital, sin que haya un trastorno identificado de base.
Y que en el conjunto de la población, muchas personas pierden las ganas y el sentido de la vida cuando deben enfrentarse a una situación de dolor emocional intenso, vivido como intolerable y aparentemente interminable.