2019 fue el año de Núria Marín: los socialistas ganaron las elecciones municipales en L’Hospitalet por mayoría absoluta, fue elegida presidenta de la Diputación de Barcelona y meses después, encumbrada a la presidencia del PSC. Luego vino la pandemia que cambió nuestras vidas para siempre y la ciudad fue noticia en los telediarios por los brotes que afectaron a algunos, especialmente La Torrassa. Para hablar de esta y otras realidades, Núria Marín ha recibido este miércoles a EL TOT en su despacho.
Pregunta. Después de un tiempo sin pasear por algunos barrios de L’Hospitalet me ha sorprendido ver tanta grúa y tantos bloques nuevos en una ciudad tan densamente poblada como esta.
Respuesta. Yo creo que eso dice mucho de L’Hospitalet, que fue una ciudad que tuvo un crecimiento desordenado y fruto de una especulación pura y dura durante la dictadura. Durante 40 años de democracia hemos intentado darle la vuelta a la ciudad para hacerla mucho más amable, en la que ha de haber espacios para disfrute de los ciudadanos, pero también una renovación de su parque de viviendas para que muchos jóvenes puedan quedarse aquí. Aunque veamos grúas, es un porcentaje muy pequeño respecto a las viviendas que hay.
P. ¿Es necesario que para hacer la ciudad amable, como dice, haya que construir más viviendas teniendo en cuenta la densidad de L’Hospitalet?
R. Lo contrario sería abocarnos a tener un parque de viviendas que se fuera envejeciendo. Hemos ido creando nuevos equipamientos en paralelo a la construcción de viviendas y se multiplicará por nueve el número de metros cuadrados de zona verde que heredamos del franquismo. Como consecuencia de la pandemia, estamos en hacer más amables los accesos a los centros educativos, con lo que llamamos las “islas escolares cívicas y seguras”. Esta es una ciudad muy complicada y difícil, con una gran densidad, pero similar a la que tiene el Eixample de Barcelona y en la que se vive mucho mejor que hace años.
P. ¿Es necesario que algunas de las promociones que se están realizando o que se realizarán, como la que se hará en la antigua fábrica Cosme Toda, tengan una edificabilidad tan grande?
R. Desde hace muchos años no ha habido ninguna modificación de cambio de planeamiento. El de Cosme Toda se aprobó hace mucho tiempo y quedó paralizado como consecuencia de la crisis económica de 2008. Son planes que estaban aprobados y que los propietarios han decidido desarrollarlos ahora. Al Ayuntamiento le encantaría ser propietario de muchos terrenos, pero es un propietario escaso. Hemos recuperado muchos espacios, como el Tecla Sala. En el caso de Cosme Toda se va a construir vivienda pública y vivienda privada y se va a recuperar para patrimonio de la ciudad una fábrica, así como 15.000 metros cuadrados de zona verde. Entiendo y respeto que haya gente que esté en contra, pero creo que a veces no se conoce bien lo que hay detrás de estas urbanizaciones nuevas. Las asociaciones vecinales de la ciudad, con las que hemos discutido estos proyectos, están de acuerdo.
P. La gran mayoría de esas promociones de viviendas se concentran al sur de las vías de la Renfe.
R. Mayoritariamente sí, porque es donde había espacios para realizarlas, en la zona norte es más complicado.
P. ¿No cree que eso consolida las desigualdades sociales que ya existían entre el norte y el sur de la ciudad?
R. Ese es un discurso muy fácil. Yo he vivido en La Torrassa, y no me considero una persona con necesidades sociales, ni vulnerable. La pandemia está afectando a todo el mundo y hay muchas personas que nunca se hubiera pensado que tendrían que atender los servicios sociales. El Ayuntamiento está suplementando con 600.000 euros los efectos de esta crisis sanitaria, económica y social. No tiene sentido estigmatizar a los barrios, porque en todas partes hay personas que necesitan ayudas y otras que no.
P. ¿Cree que se han tomado las medidas necesarias para que no se repitan los brotes del pasado verano que afectaron a algunos barrios del norte de la ciudad.
R. Es muy difícil decir que sí. Las prevenciones que se deberían realizar no dependen del Ayuntamiento. Ayer mismo [por el martes 10] tuve una entrevista con la consellera de Salud en la que le dije que había que sumar más efectivos sanitarios para que puedan atender a la ciudadanía. Tenemos una situación débil de la asistencia primaria, por decirlo suavemente, porque los ciudadanos no están siendo atendidos con la rapidez y eficacia necesarias. En una situación de pandemia como esta, la asistencia primaria no se puede trasladar al teléfono, que es lo que está haciendo. La Generalitat no ha estado a la altura de las circunstancias para afrontar esta crisis.
P. ¿A qué conselleries se refiere?
R. Me refiero a la Generalitat de Catalunya de forma genérica. Hay un Govern que tendría que trabajar los aspectos educativos que están fallando; los aspectos sanitarios, que necesitan un refuerzo o los temas de las residencias, que empezaron en una conselleria y ahora están en otra. Sería un error personalizar en un departamento. Hemos de pedirle a la institución que esté a la altura de las circunstancias y que dejen al lado sus batallas internas y se centren en resolver los problemas que tenemos y en los que les estamos ayudando desde el mundo local de una forma total y absoluta. Ellos son conscientes de que sin el apoyo de los ayuntamientos ni las diputaciones se estaría dando una respuesta muy inferior.
P. Usted tiene fama de hablar claro en situaciones así y en esta crisis sanitaria está moderando mucho su discurso. ¿Por qué?
R. Porque estamos en una pandemia y nuestro principal objetivo es que los ciudadanos tengan la mínima afectación. Generar ahora un discurso alarmista o excesivamente crítico no conduce a nada positivo. Soy muy crítica en las reuniones que he mantenido con los consellers o los presidentes de la Generalitat, pero la imagen que hemos de trasladar a los ciudadanos es que estamos remando todos en la misma dirección. Tenemos motivos suficientes para la crítica, ya llegará el momento de hacerla cuando toque.
P. Volvamos al urbanismo. ¿Qué proyecto hay para la zona que quede libre tras el soterramiento de las vías de la Renfe?
R. Es un proyecto muy sencillo que será muy complejo de ejecutar. Se trata de unir la ciudad y ganar un espacio de 120.000 metros cuadrados de zona verde. En este momento estamos acabando el proceso de adjudicación de la redacción del proyecto. Son seis kilómetros de vía que han de soterrarse de las líneas de Vilanova y Vilafranca para pasar de una red ferroviaria del siglo XIX a otra del siglo XXI que permitirá aumentar las frecuencias y conseguir un tren regional metropolitano. Las dos líneas se cruzarán en la estación central de La Torrassa, que será el futuro intercambiador que ya funciona ahora con las dos líneas 1 y 9 del metro.
P. Otro proyecto determinante para el urbanismo de la ciudad es el soterramiento de la Gran Via hasta el río Llobregat. ¿En qué fase encuentra?
R. Este es un proyecto que también ha sufrido las consecuencias de la crisis de 2008. Esa transformación de la Gran Vía no es solamente dejar más bonita la ciudad, que también, sino que habrá una transformación urbanística para que puedan instalarse las empresas del sector biomédico en torno a una zona en la que está el Hospital de Bellvitge, el Duran i Reynals, el ICO y la Universidad, que son equipamientos de referencia. Es un proyecto de país, seguramente el proyecto más importante que se está haciendo en Catalunya. Todo aquél que lo conoce sabe que es algo muy importante. Son 650.000 metros cuadrados de techo para actividad económica…
P. …Cuando se soterré la Gran Via.
R. Sí. Tenemos ya el plan director aprobado por la Generalitat, el proyecto constructivo de soterramiento de la Gran Via y el proyecto de urbanización. Estamos en el último trámite, que es el de empezar con la licitación de las obras de construcción. Para que nos entendamos todos, el año que viene ya tendremos grúas en la Gran Via para actuar en una zona que empieza un poco antes del Hospital Duran i Reynals, hasta el río. Esa fase durará dos años largos y luego ya podríamos dar autorización para construir los edificios de las empresas que se quieran instalar.
P. ¿Del sector de la biomedicina o de todo tipo?
R. Eso es lo que pretendemos, sí, pero piensa que en la plaza Europa hicimos un poco el milagro. En 2008 se había hecho la actuación urbanística, pero no había edificios, que se construyeron en medio de la crisis económica, porque estamos en una ubicación muy buena, en un espacio muy competitivo al lado de Barcelona, el puerto y el aeropuerto, universidades, hospitales y centros de investigación que pueden generar ese clúster biomédico que sea referente para el sur de Europa.
P. Este proyecto contrasta con la idea que puede tener una parte de la población de que L’Hospitalet se está convirtiendo en una suerte de trastero de Barcelona, donde se construye lo que rechaza la gran ciudad.
R. Nosotros hemos dicho que sí a aquellas cosas que encajan con nuestro modelo. Hace 30 años no había un solo hotel en L’Hospitalet y nosotros hicimos un plan que ha ido creciendo a un ritmo muy razonable, aquí no ha habido un boom. El problema es que Barcelona se ha quedado pequeña si quiere jugar en la primera división y ser competitiva en el mundo. Para eso se ha de observar desde la realidad metropolitana, de la que forma L’Hospitalet y que nos hacen muy atractivos para que puedan aterrizar algunos proyectos.
P. ¿Esa Barcelona metropolitana no dificulta la construcción de una identidad propia de L’Hospitalet como ciudad?
R. Sinceramente, creo que eso ya está totalmente superado. Ese era un problema del inicio de la democracia. Yo creo que hay identidad, con ese doble espíritu de pertenencia al barrio y a la ciudad.
P. Hace unos meses se denunció un caso de supuesta malversación de casi medio millón de euros en el Consell Esportiu de L’Hospitalet. Minuto y resultado del caso, alcaldesa.
R. Es un tema que está en el juzgado y nosotros lo que hemos hecho es ayudar para que se puedan esclarecer los hechos lo antes posible. Estamos a la espera de que la juez resuelva un caso que afecta a una entidad que no es municipal y que es muy desagradable, porque no es positivo para el deporte de base en el que la ciudad ha trabajado tanto tiempo.
P. ¿A quién se cree la alcaldesa: al denunciante o a los denunciados?
R. No me voy a pronunciar respecto a un tema que está en el juzgado. Tengo mi opinión, pero no es prudente que la haga pública.
P. El denunciante sigue en el grupo municipal socialista
R. El grupo municipal está igual que al inicio del mandando.
P. Igual, pero más dividido.
R. Con más dificultades, es evidente.
P. ¿El PSC de L’Hospitalet está más dividido? Llevaban unos años muy tranquilos y parecen que se han reeditado las batallas internas del inicio de la democracia.
R. Estas cosas no ayudan, lógicamente. El comportamiento individual no lo podemos poner en la categoría de batalla. En un colectivo amplio siempre puede haber personas con una opinión diferente.
P. Pero hubo unas primarias en el PSC local, usted estaba con un candidato que no fue el que ganó…
R. Aquí se mezclan cosas, eso siempre genera roces, no vamos a negarlo. En el PSOE también hubo un proceso de primarias…
P. Bueno, aquello fueron unas primarias a cuchillo.
R. Sí, es cierto, aquí ha sido diferente, como lo fue con las primarias del PSC que ganó Miquel Iceta. Eso siempre deja alguna herida. Las primarias no son el detonante ni la consecuencia de que se denunciara eso. Ha sido un tema individual. Ante una denuncia y unas supuestas irregularidades hay que actuar y estamos ayudando a la juez a esclarecer los hechos. Los denunciados son los principales interesados.
P. Los que no la quieren mucho dicen que no le queda tiempo para hacer de alcaldesa, con tanto cargo: presidenta de la Diputación, presidenta del PSC, representante en la ejecutiva federal del PSOE, vicepresidenta del Área Metropolitana…
R. Eso es lo que a lo mejor les gustaría a esos, que no hiciera de alcaldesa. Todo tiene una relación y un por qué. Mi principal ocupación es la alcaldía. Ser presidenta de la Diputación de Barcelona es un honor y creo que estamos haciendo un buen trabajo. Tengo un gran equipo que lleva el 99% de la gestión, mi papel es de representación. Les guste o no voy a estar aquí hasta que quieran los ciudadanos de L’Hospitalet y mi partido me apoye.
P. ¿Eso quiere decir que volverá a ser candidata en 2023?
R. Todavía no lo hemos decidido, pero no veo ningún inconveniente.
Pere Ríos es licenciado en Ciencias de la Información por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB)y en Derecho por la Universidad Oberta de Catalunya (UOC). Nació en Sant Boi de Llobregat en 1962, pero vivió en L’Hospitalet durante 15 años y en esta ciudad despegó en su carrera profesional. De muy joven empezó a trabajar en revistas locales y comarcales y de 1986 a 1989 fue corresponsal del diario EL PAÍS en L’Hospitalet y el Baix Llobregat. Después prosiguió su carrera en el Diari de Barcelona, El Observador y Avui como redactor de la sección de Sociedad y en 1998 regresó a EL PAÍS como redactor de tribunales. En ese diario continúa, ahora como redactor de la sección de Política desde 2011. Ha escrito diversos libros, entre los que destacan Banca Catalana: caso abierto (Península), La factura de la corrupción pública y privada (RBA) y colabora o ha colaborado en revistas jurídicas y medios comarcales, además del programa Aquí amb Josep Cuní, de la Cadena SER.
Twitter: @Riospere