18/07/2024

L’Hospitalet podará los árboles que molesten las fachadas, el alumbrado y la señalización

La ciudad empieza la campaña de poda del año 2024, que llegará a más de 9.000 ejemplares

PODA 2 PORTADA
17/01/2024

Se han puesto en marcha los trabajos del ciclo anual de poda 2024 del arbolado de la ciudad, que llegarán a más de 9.000 ejemplares ubicados a calles, plazas y jardines de todos los barrios de la ciudad. La poda es la principal herramienta de mantenimiento del arbolado adulto y de construcción de las nuevas plantaciones.

Como novedad, este año se incrementarán las actuaciones en árboles que causan interferencias por su ubicación. En concreto, se priorizará la poda en ejemplares que ocasionen molestias en fachadas y ventanas de edificios; en el alumbrado público y quitan iluminación en la calle, y también en aquellos árboles que dificulten la visibilidad de la señalización de la vía pública. Además, a partir de ahora se incrementará la frecuencia de los trabajos de poda para minimizar las molestias de este tipo de interferencias en el espacio público.

La podada de interferencia llegará este año a 4.270 árboles, 1.307 más que el ejercicio anterior, y se incrementará la frecuencia de la poda para reducir las molestias ocasionadas por algunos ejemplares

Este año se refuerzan las tareas de poda con tres equipos más, formados por jardineros especializados que cuentan para hacer su tarea con un camión de recogida de restos, plataformas elevadoras y diversas herramientas, como tijeras y motosierras. Los restos se trituran y se utilizan en los parterres de la ciudad, en una práctica de economía circular.

En L’Hospitalet hay actualmente más de 15.000 unidades de arbolado vial. En los últimos años,la poda se centra en dejar crecer el árbol sano y robusto, con la copa suficiente para proporcionar todos los beneficios que tienen que ver con la salud y la mitigación de los efectos del cambio climático, y obtener más cobertura verde en la ciudad. Los trabajos en el arbolado se hacen de forma individualizada en función de la especie, lugar y espacio disponible con el fin de facilitar la máxima adaptación a su emplazamiento y ocasionar las mínimas molestias en el entorno.

Las tareas de mantenimiento y cuidado del arbolado por medio de la poda se diversifican en diferentes categorías según la etapa de desarrollo del árbol, el tipo de poda y la época del año. Así, la poda de formación se hace anualmente en las primeras etapas de crecimiento para favorecer un desarrollo correcto del ejemplar joven. En cambio, la poda de espoleada y reducción es una actuación severa que consiste en eliminar más de un tercio de las ramas y se hace anualmente en árboles envejecidos.

La poda estética se hace cada año para dar forma a árboles ornamentales, como los ficus, los laureles y algunos cipreses. La poda por interferencias tiene por objetivo evitar conflictos con el entorno (luces, señales, semáforos, fachadas, balcones …). Y la poda natural se hace una vez el árbol ha sobrepasado los cinco años de vida, con una poda muy superficial que mantiene el árbol para que crezca su y robusto.