Desde que se empezaron a hacer las primeras pruebas en octubre del 2015 en la L9 del metro de Barcelona, vecinos del barrio de Collblanc-Torrassa de L’Hospitalet, son víctimas de ruidos y vibraciones en sus domicilios. Estas molestias obligaron a Transports Metropolitans de Barcelona, el gestor de la línea, a reducir la velocidad de los trenes en un tramo, en el que se pasa de 70 a 50 kilómetros por hora.
Se instalaron sensores para analizar las vibraciones y los ruidos en algunos edificios, que son muy perceptibles pese a que el túnel pasa a unos 50 metros de profundidad. Curiosamente, el paso de los trenes ha sido más grave para los vecinos que no la construcción del túnel, hecho con tuneladora.
Esta semana, la Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de L’Hospitalet y Ferrocarril Metropolitano de Barcelona (FMB) han firmado un protocolo de colaboración para minimizar el nivel de inmisiones acústicas y de vibraciones de las líneas de metro L9 Sur y L10 Sur entre las estaciones de Collblanc y Torrassa, en respuesta a las peticiones del vecindario afectado.

Esta colaboración entre administraciones y empresas responsables del servicio pretende dar respuesta y buscar soluciones a los problemas expresados por el vecindario por los ruidos y vibraciones en la zona, a pesar de los estudios y las mejoras efectuadas en los últimos años.
Ayer, en una reunión celebrada en la sede del Distrito II, Collblanc-la Torrassa, se informó del contenido del protocolo a los vecinos y a las vecinas afectados. A la reunión asistieron el subdirector general de Programación y Ejecución del Departamento de la Vicepresidencia de Políticas Digitales y Territorio de la Generalitat de Catalunya, Pedro Malavia; la concejala del Distrito II, Olga Gómez; el responsable de Proyectos de Vía de Ferrocarril Metropolitano de Barcelona, Javier Gómez, y la cabeza del departamento de Planificación e Infraestructuras del ADU, Lluís Traveria. Las administraciones implicadas trasladaron a los vecinos y a las vecinas afectados que este acuerdo tiene un carácter indefinido más allá de las personas que ostenten la responsabilidad política a lo largo de los años.

Las partes firmantes del protocolo de colaboración consideran que las actuaciones pasan por:
- Mantener, por parte de FMB, las velocidades de los trenes a los intervalos de valores que optimicen, siempre que se mantengan las condiciones de servicio necesarias en cada momento y la reducción de los niveles de inmisión acústica y de vibraciones. Las velocidades están fijadas en 50 km/h en las vías superior e inferior de la interestación Torrassa-Collblanc, y 20 km/h al paso por la aguja desviada de acceso a Torrassa.
- Realizar, por parte de FMB e Ifercat, las oportunas tareas de mantenimiento de las vías que garanticen el adecuado estado de la infraestructura, especialmente con respecto a la minimización de ruidos y vibraciones. Para controlarlo, se harán mediciones siempre que se considere necesario.
- Realizar, por parte de FMB, tareas de mantenimiento de los convoys que circulan entre las estaciones de Collblanc y Torrassa derivadas del desgaste producido por la interacción rueda-carril, para garantizar el adecuado estado del material móvil para minimizar los niveles de inmisión acústica y de vibraciones.
Las administraciones y empresas firmantes del protocolo mantendrán informados a los vecinos y las vecinas del entorno a la infraestructura de las actuaciones y avances que se lleven a cabo, mediante reuniones de evaluación, información de los niveles de ruidos y vibraciones, y datos de las velocidades reales de los trenes.
También, se creará una mesa de trabajo formada por representantes técnicos de los firmantes del protocolo de colaboración, que tendrá como función hacer el seguimiento del desarrollo de todo aquello estipulado al acuerdo. Los vecinos y las vecinas afectados harán seguimiento del trabajo de esta mesa de trabajo y tendrán línea directa con el Ayuntamiento si consideran que han podido haber variaciones en las mediciones de los ruidos y de las vibraciones