El Govern de Catalunya ha decidido reorientar la política patrimonial de la Generalitat en relación a los inmuebles de uso administrativo, potenciando la propiedad en detrimento del alquiler. Así lo explicaron la consellera d’Economía, Natàlia Mas Guix, y el director general del Patrimoni de la Generalitat, Josep Maria Aguirre, la semana pasada presentado los detalles de esta nueva estrategia patrimonial.
Además de la construcción de inmuebles, la nueva política en esta materia, también transformará y optimizará los espacios –sean nuevos o ya existentes– para hacerlos más eficientes y adaptarlos a las nuevas maneras de trabajar en la Administración en un contexto ya consolidado de trabajo híbrido, combinando la presencialidad y el teletrabajo.
La voluntad del Govern de Catalunya es alcanzar el máximo ahorro en el gasto inmobiliario, garantizar la estabilidad y la continuidad en la prestación de los servicios públicos y dotar a la Generalitat de más patrimonio tras la pérdida de activos que se produjo entre los años 2012 y 2014.
Adquisición de un edificio en la Marina de L’Hospitalet, junto a la Fira de Barcelona
La primera medida ha sido la compra a Fira 2000 de la mayor parte de una nueva torre de oficinas en construcción junto al futuro Pavelló Zero, de Fira Gran Via, que supondrá una inversión de 68 millones de euros, en la que a partir del 2027 trabajarán 1.200 personas. A medio plazo, sin embargo, el Govern prevé construir 145.000 m² de oficinas, en suelos de su propiedad, para sustituir el espacio que hoy alquila.
Actualmente la Generalitat tiene 109 inmuebles en el área de Barcelona, con un total de 453.000 m² donde trabajan 20.000 trabajadores, tanto de sus oficinas administrativas como de las entidades dependientes.
Pero no todos los nuevos edificios estarán en ese área. También la semana pasada se conoció que ha adquirido a la inmobiliaria Inbisa, por 1,84 millones de euros, un espacio de 1.100 m² de oficinas que ocupa el Servei Català d’Ocupació en Mas Blau en el El Prat de Llobregat.