A las 7 de la mañana del sábado lloviznaba, el cielo de un gris profundo, no presagiaba un pronóstico alentador. Las previsiones de Tomás Molina en TV3, eran inapelables, pero nos costaba creerlas, después de dos años sin celebrar Sant Jordi, no podía ser que este año lloviera.
A las 10 h, el cielo aún aguantaba, y una hora más tarde una multitud inundaba las calles. A las 12:45h el cielo oscureció, y llegó el diluvio una granizada de armas tomar. Pero había ganas de celebrar el Sant Jordi, y les Festes de Primavera, y las calles se volvieron a llenar.
Hoy domingo ha amanecido un nuevo día soleado, la tormenta había pasado al olvido. Les festes de Primavera han aguantado el chaparrón.