La basura es en L’Hospitalet una lucha habitual. No ocurre por igual en toda la ciudad. Algunos barrios la sufren más que otros. Los incívicos echan por tierra el esfuerzo que hace la mayoría de vecinos por reciclar y mantener la ciudad más limpia. Los contenedores situados en algunas calles de determinados barrios, ofrecen una imagen deplorable. Se han arrojado en el suelo residuos de todo tipo. Hay vidrios, escombros y muebles desvencijados.
La Florida, Pubilla Cases, y Collblanc-Torrassa, son los barrios donde más a menudo las malas prácticas forman parte del día a día.
Los incívicos ni se molestan en levantar la tapa de los depósitos de basura. Habría que apelar al civismo y a la concienciación ciudadana, tras detectar que en diferentes zonas del municipio el exterior de los contenedores aparece repleto de bolsas de basura, cartones, botellas o incluso enseres y trastos viejos que deberían llevarse a reciclar.
Esta apelación al civismo, cae en saco roto. A algunos, les entra por una oreja y les sale por la otra. Los perjudicados entonces son los que cumplen. La mayoría. Habría que tomar medidas más contundentes, en beneficio de todos, para cortar esta situación que se hace insostenible.
Para estos ciudadanos incívicos resulta mucho más cómodo dejar su basura en el suelo en lugar de depositarla en los contenedores correspondientes lo que, además de provocar una imagen penosa de la ciudad, genera espacios insalubres, y en verano olores difíciles de soportar.
