L’Hospitalet potenciará este año la creación de entornos escolares saludables y seguros con la realización de la segunda fase del proyecto de movilidad iniciado en el 2020 en torno a los centros educativos, dentro de las medidas de prevención y protección puestas en marcha ante la Covid-19.
El objetivo de este plan, es ofrecer más espacios a los peatones para garantizar que las entradas y salidas de los centros se hagan de manera segura y crear zonas saludables -pacificadas al tráfico motorizado- en torno a las escuelas.
Hasta ahora, la ejecución del proyecto ha incluido la realización de trabajos para adecuar los espacios, como la instalación de pilonas, la ampliación de aceras y la colocación de vallas; la habilitación de tramos de zonas de peatones y de la red pedalable, además de la señalización de la vía pública y, en algunos casos, la eliminación de carriles de circulación y plazas de estacionamiento.
En la primera fase, realizada el año pasado, se hicieron actuaciones en el entorno de 25 centros públicos y concertados de todos los distritos de la ciudad y de todos los niveles educativos, en un trabajo conjunto desarrollado por los técnicos municipales de educación, espacio público y movilidad con los equipos directivos de las escuelas infantiles, colegios e institutos.
Este año, el objetivo es transformar 35 calles situadas en torno a centros educativos, por toda la ciudad, por medio de ampliaciones de aceras, creación de zonas de estancia, supresión de carriles de circulación y cierres de vías al tráfico motorizado.
Entre otras actuaciones, el proyecto prevé ampliar aceras en torno a las escuelas con la supresión de un cordón de aparcamiento o un carril de circulación, en un espacio que se caracterizará por la pintura y el mobiliario urbano colocado sobre la calzada, en línea con los pilones del color del parchís del camino escolar seguro.
Otra novedad es la creación de zonas de estancia, que se ubicarán en vías de plataforma única o sobre una calzada convencional, donde los elementos del mobiliario urbano estarán dispuestos de manera tal que impedirán el tráfico motorizado en este espacio.
El objetivo es fomentar la función de estancia de las personas en la calle y maximizar el confort de encuentro y espera en las entradas y salidas de los centros educativos.
Las actuaciones a realizar en cada caso se harán de acuerdo con las características de los diferentes entornos escolares y de las necesidades expresadas por la comunidad educativa y las concejalías de distrito.
Destacan las propuestas de transformación de la totalidad de las vías o tramos de las calles de Pare Marchena, de Digoine, de Mosén Lluís Pañella, de la Estrella, de Joan Maragall, de Sant Josep, de Andorra, de la Mina, de Covadonga, de Floridablanca, de las Bòbiles, de Nuestra Señora de los Desamparados, de la Alegría y de las Mimosas.
La realización de este proyecto urbanístico permitirá conseguir un entorno escolar más seguro y saludable -ampliando el concepto de camino escolar seguro-, configurar las zonas urbanas de atmósfera protegida para avanzar hacia un modelo de ciudad más sostenible y ganar espacio para la ciudadanía, con actuaciones muy bajas en emisiones de carbono y un presupuesto ajustado.