En la crisis del Coronavirus, mujeres que estaban al frente de algunos países del norte de Europa, los más avanzados del mundo en temas de igualdad, supieron reaccionar rápidamente ante la crisis sanitaria de la Covid-19, poniendo en marcha la realización de tests masivos a la población y aislando a las personas contagiadas, de forma que evitaron la propagación del virus.
En L’Hospitalet, también hubo una mujer que supo reaccionar, que dio la cara desde el primer momento, fue Dolores Ruiz, la presidenta de la Creu Roja a L’Hospitalet. No fue la única, vecinas de Bellvitge, del Gornal, de Sant Josep, y de otros enclaves, de la ciudad, se pusieron a coser, y producir mascarillas, y traje EPI, para los hospitales, pero el ingente trabajo que realizó Dolores sobresale.
A Dolores Ruiz, la llamé por teléfono en los primeros días de la pandemia, en el mes de marzo del fatídico 2020. Yo estaba estupefacto, la pandemia asolaba todo el mundo, y L’Hospitalet no era una excepción. Había desorientación y miedo. La conversación, con ella fue tranquila y sosegada, no mostraba ningún atisbo de nerviosismo, no es una mujer que pierda el temple; está acostumbrada a luchar, y a remar en aguas turbulentas y con el viento en contra. Me habló como lo hace ella, didácticamente, y me explicó de forma calmada, cual era la situación: grave, por no decir muy grave. Pero tuve la impresión que lo tenía muy claro, «había que plantar cara a la pandemia», trabajar y luchar, lamentándonos no conseguiríamos nada, y lo hizo, y de que manera. Después de hablar con ella, me quedé mucho más tranquilo, y esperanzado.
Desde la Creu Roja a L’Hospitalet, se realizó un grandísimo esfuerzo, para poder entregar alimentos a todas aquellas familias vulnerables, que se habían quedado sin trabajo a causa de la pandemia, y no podían alimentarse adecuadamente. Se monto un nuevo punto de entrega de alimentos en la Tecla Sala, para poder atender a todos aquellos que lo necesitaban.
Se ayudó a las personas mayores que se podían encontrar solas en casa, y desasistidas… y sería largo detallar todos los frentes que se cubrieron. Un trabajo titánico, y en el que no se podía perder ni un minuto. Y allí estuvo Dolores Ruiz, en primera línea, como lo ha estado los últimos 28 años presidiendo la Creu Roja a L’Hospitalet. Generosidad, compromiso, esfuerzo, solidaridad.
La ciudad le rindió un merecidísimo homenaje el pasado miércoles. Gracias por todo Dolores. TEXTO: J.Z.