Rosario Bravo, es una vecina de L’Hospitalet de 101 años, que fue desahuciada la última semana del mes de febrero del año 2021 por error. El caso tuvo una gran repercusión en todos los medios de comunicación.
Mientras la señora pasaba unos días en casa de su hijo, una comitiva judicial acompañada de un representante de la propiedad desahució el piso, situado en el sobre ático primera del edificio, cuando realmente la orden de lanzamiento era para el ático primera.
Los hechos responden a un «cúmulo de errores» y la familia presentó denuncias ante el juzgado, que, a pesar de que al darse cuenta de lo sucedido si pudieron recuperar rápidamente la vivienda, pero el inmueble fue vaciado y no saben dónde está todo lo que se llevaron, como electrodomésticos, vajillas, objetos personales de la anciana, entre ellos fotos de su boda o unas memorias de su vida que estaba escribiendo, así como dinero en efectivo.
«Le vaciaron todo el piso. Toda su vida desapareció, no le quedó nada», lamenta su familia.
Las denuncias presentadas por la familia, han sido todas archivadas. «No encontramos un responsable exacto y nadie sabe decirnos dónde encontrar estas cosas y como recuperarlas. No se sabe dónde está nada», ha lamentado el hijo de Rosario, con el cual hemos mantenido una conversación, desde el TOT L’HOSPITALET.
La familia está atónita, y decepcionada, pero no pierden la serenidad. Lo tienen muy claro, no van a dejar de luchar, si hay que acudir a las máximas instancias judiciales europeas lo van a hacer.
La única institución que les mostró, su apoyo en aquel momento, fue el Ajuntament de L’Hospitalet, a través de la alcaldesa, Núria Marín. Así mismo, el que en aquel momento era el Portavoz de ERC, en el Ayuntamiento, Antoni García, realizó diferentes gestiones de apoyo a la familia, entre otras se mantuvo una reunión con la que en aquel momento, era la Consellera de Justicia, Ester Capella
Y pedir perdón, nadie lo ha hecho, nadie. Solo pidió perdón la familia que tenía que ser desahuciada. Llamaron a Rosario, que estaba en casa de su hijo, cuando se enteraron de todo el drama y le pidieron perdón. Una pareja de Ecuador, con tres hijos, él taxista, por el covid, al disminuir las horas de trabajo, también habían le bajado los ingresos, y en consecuencia no habían podido pagar al día el alquiler. Esta familia, los más humildes, si pidió perdón.