Todas las imágenes han sido cedidas desinteresadamente, por Paco Belinchón, que además ha ido relatando emotivamente estos últimos días en las redes sociales, la sensación extraña y también un poco triste de participar en las tareas de desmontaje y cierre.
No hay nada que hacer, el Centro Comercial Llobregat Centre que fue inaugurado en diciembre de 1994, ha echado el cierre definitivamente. En su interior solo quedan los operarios que van desmontando los interiores de las tiendas. Era un referente, no solo en Cornellà, sino también para L’Hospitalet y el Baix Llobregat. Quedaban pocos locales abiertos en este centro comercial. Las tiendas, esas que un día los vecinos de la zona vieron en todo su esplendor, ya no están. Y hasta los cines, que un día rebosaron de gente, se han convertido en la muestra palpable de lo que nos ha pasado en este tiempo. Ya pocos son los osados que se atreven a ir a ver una película.
El nacimiento de Splau supuso el principio de la decadencia del centro comercia Llobregat Centre y que lo ha llevado a su cierre definitivo. Desde el primer momento que abrió Splau nos ha hecho competencia y desde entonces bajó el aforo de visitantes han explicado trabajadores.
La pregunta ahora, ¿es qué se va a hacer con todas esta moles que se ha construido y se ha vaciado? Cualquier cabeza un poco inquieta pensaría en cómo poder sacarle provecho a todos esos metros cuadrados que están abocados a la bancarrota. Si no se puede hacer negocio y explotarlo para lo que en su día fue planificado, hay muchas maneras de conseguir que todo ese espacio sea útil para la vida de la gente.
Unos pensarán en una biblioteca, otros en un centro cívico, otros en servicios públicos que atiendan de manera cercana a los ciudadanos, o hasta en un lugar para los mayores. Hay mucho espacio para imaginar qué hacer con todo eso que se muere. Pero mientras eso sucede, lo que pasará es que seguirá ahí, qué triste.