La lluvia de este viernes se concentró en pocas comarcas catalanas y con mucha irregularidad, como suele pasar en situaciones de tormenta, pero dejó registros localmente muy abundantes. Se rozaron los 100 litros por metro cuadrado en Llagostera, y se estima una cantidad parecida en Mataró. También se reportaron fenómenos de tiempo violento, como por ejemplo una manga marina alrededor del aeropuerto del Prat, cerca de la antigua playa de L’Hospitalet, hacia las 11 de la noche.
Las lluvias fueron poco importantes, ya que la borrasca descargó en gran parte en el mar. Eso si se creó una espectacular manga marina que muchos se animaron a fotografiar.
La manga marina, se trata de un remolino de viento en forma de embudo, que conecta las nubes con el mar. Al contrario de lo que se cree, el aire no alza el agua del mar, sino que el agua que se percibe desde lejos son pequeñas gotas que se forman por el proceso de condensación. Aunque raramente exceden de la F0 en la escala Fujita (es decir, sus vientos no traspasan los 116km/H), sí representan un grave riesgo para la navegación marítima.