09/01/2025

El ministerio de Cultura compra la Casa Gomis, en la finca de la Ricarda del Prat de Llobregat: una joya arquitectónica

«Ahora pasará así a ser más accesible por parte de la ciudadanía», destaca el alcalde de El Prat, Lluís Mijoler

PRAT
08/01/2025

El Ministerio de Cultura ha adquirido la Casa Gomis, ubicada en el término municipal de El Prat de Llobregat, por un importe de 7.249.077,26 euros. Se trata de una vivienda de gran valor histórico-artístico, pieza clave en la historia de la arquitectura racionalista del siglo XX en Catalunya, ubicada en primera línea de costa, y dentro del paraje natural de la Ricarda, en el Delta del Llobregat, un entorno de alto valor ecológico protegido por la UE. Así lo ha anunciado hoy el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, en una rueda de prensa, celebrada en la Casa Gomis, junto a miembros de la familia Gomis Bertrand, propietarios de la casa, y acompañado por la consellera de Cultura de la Generalitat de Catalunya, Sònia Hernàndez, y el alcalde de El Prat de Llobregat, Lluís Mijoler,

Según el ministro Urtasun, «este tesoro de la arquitectura racionalista del siglo XX formará parte, a partir de hoy, del patrimonio público con el objetivo de protegerlo, conservarlo y convertirlo en un gran centro cultural 100 % abierto al público» . «Hoy es un gran día para la ciudad de El Prat de Llobregat, pero también para Catalunya y para el conjunto del Estado», ha añadido por su parte el alcalde de El Prat, Lluís Mijoler. «La Casa Gomis pasa a ser patrimonio público», ha destacado, recordando que «su gran valor arquitectónico, pero también el espacio natural que le rodea, la hacen una joya. Una joya hasta ahora escondida en el pinar de la finca de la Ricarda, que desde ese momento podrá ser mucho más accesible por parte de toda la ciudadanía».

Según ha avanzado el ministro Urtasun, «nuestra intención es que la temática de este nuevo Centro Cultural Casa Gomis gire en torno al diálogo entre arte y naturaleza, ya que la Casa Gomis es uno de los grandes ejemplos arquitectónicos que tenemos en Cataluña de simbiosis perfecta con el entorno natural». En este sentido, Urtasun ha explicado que «al igual que la Casa Gomis fue un espacio para los debates de vanguardia en los años 60, ahora en 2025 queremos ponerla también al servicio del gran debate de vanguardia que existe actualmente , que es el de la relación entre arte y clima».

Valores históricos y artísticos

Con la compra de este inmueble, el Ministerio de Cultura garantiza la preservación de los valores históricos y artísticos del conjunto y su mantenimiento. Hasta ahora la casa podía visitarse puntualmente y recientemente ha formado parte de la oferta cultural de Manifesta 15, la bienal europea de arte nómada que este 2024 se celebró en Barcelona y su área metropolitana. Tras su adquisición, el espacio se convertirá en un centro cultural abierto a toda la ciudadanía, donde se celebrarán encuentros y visitas guiadas, entre otras actividades. Además, se trabajará para que tenga un papel destacado en la programación de Barcelona como Capital Mundial de la Arquitectura en 2026 y en el Congreso Mundial de Arquitectura de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA), que también acogerá a Barcelona el año que viene.

La Casa Gomis es un claro ejemplo de adaptación de un concepto arquitectónico abstracto a un lugar y un paisaje muy concreto. La simbiosis de la casa y el entorno se desarrolla mediante una construcción de una sola planta bajo la copa de los pinos. La transición entre el paisaje natural del resto de la finca y la zona central apropiada por la casa se consigue mediante una gran plataforma horizontal que alberga el jardín, tratado con gran sobriedad mediante pradera de césped, caminos y áreas pavimentadas de líneas ortogonales que prolongan la estructura de la edificación y un estanque piscina que refleja su imagen.

Otra de las singularidades es que, después de seis décadas de uso, el edificio se mantiene prácticamente intacto, conservando sus características originales, habiendo sido objeto de una restauración esmerada de las cubiertas y la carpintería exterior en 1997. Conserva también su mobiliario, diseñado en gran medida por el propio arquitecto, que está incluido en el expediente de declaración como parte de su historia.

La vivienda fue un proyecto del arquitecto barcelonés Antoni Bonet Castellana para el matrimonio formado por Ricardo Gomis e Inés Bertrand entre 1949 y 1956 y fue construido entre 1957 y 1963.

Además, fue declarada Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) en la categoría de Monumento Histórico por la Generalidad de Cataluña el 23 de marzo de 2021, la figura de más alta protección en el ordenamiento vigente en materia de patrimonio histórico en Cataluña.

Edificio singular único
La Casa Gomis responde a la tipología de villa suburbana, frecuente en el litoral catalán como primera o segunda residencia de la alta burguesía, pero en este caso con características singulares por su escalera, concepto arquitectónico y sistema constructivo. Representa un ejemplo casi único de vivienda de la alta burguesía catalana de mediados del siglo XX y lugar de encuentro de intelectuales y artistas.

Su estructura y organización, fruto de la colaboración del arquitecto Antoni Bonet con su cliente Ricardo Gomis, personaje comprometido con la vanguardia cultural catalana como miembro del Club 49, incorpora espacios para la vida cotidiana de la familia y del personal de servicio, junto con otros de uso polivalente para realizar reuniones o pequeños actos culturales. En este aspecto, además de sus valores arquitectónicos, es necesario reconocer que la casa fue uno de los lugares de encuentro de la cultura barcelonesa durante los años sesenta del siglo XX. La Casa Gomis se convirtió así no sólo en un edificio singular único, sino también en un sitio que permite entender la evolución de las culturas de vanguardia en Cataluña durante la segunda mitad del siglo XX.

Antoni Bonet Castellana
Antoni Bonet Castellana fue uno de los arquitectos más destacados del racionalismo en Catalunya, miembro del GATCPAC (Grupo de Arquitectos y Técnicos Catalanes para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea) y del GATEPAC (Grupo de Artistas y Técnicos Españoles por al Progreso de la Arquitectura Contemporánea).

Instalado en Buenos Aires después de la Guerra Civil, desarrolló su carrera preferentemente en Uruguay y Argentina, aunque también proyectó importantes obras en diversas ciudades españolas. Como otros arquitectos de su generación, combinó el desarrollo de los postulados de la arquitectura racionalista europea con la exploración de sus raíces en el lenguaje autóctono del ámbito mediterráneo. Prueba de ello es en algunas de sus obras la combinación de formas abstractas y materiales modernos con referencias a los sistemas constructivos tradicionales.