La selección femenina de waterpolo ha dado a España su decimosexta medalla en los JJ.OO. de París y el quinto oro, el primero de la joven historia de este equipo tras las platas de Londres’12 y Tokio’20. En el escenario de La Dèfense Arena, con 17.000 espectadores.
España ha vencido en la final a Australia por 9-11 con un trabajo coral en el que sobresalió una espectacular Martina Terré en la portería, con un 63% de paradas, y Bea Ortiz, que marcó cuatro goles, y Maica García con tres en la faceta anotadora.
Este es el segundo oro femenino español de la historia olímpica tras el del hockey sobre hierba en Barcelona’92, hace 32 años, sin contar un deporte individual con modalidad de conjuntos como la rítmica, campeón en Atlanta’96. Es asimismo el segundo oro español en deportes de equipo en París tras el que consiguió la selección masculina de fútbol la víspera.
La jugadora de L’Hospitalet, Paula Crespi ha tenido un papel destacadísimo a largo de toda la competición
Llegar a tres finales en cuatro JJ.OO. no es casual, es un síntoma evidente de que las cosas se han hecho muy bien durante mucho tiempo, que existe una buena base de jugadoras, un equipo técnico competente y que la Federación ha sabido rentabilizar estos mimbres y darles las herramientas adecuadas para crecer.