Pau Riba ha muerto este domingo a los 73 años. Riba que se había recuperado de un cáncer de páncreas, tuvo que volver a ser ingresado a principios de año.
Provocador, iconoclasta, «enfant terrible»… Solo unos cuántos de los muchos calificativos que describen la actitud vital de Pau Riba. Más que un músico, toda una institución de la contracultura catalana que, paradójicamente, nació a Palma (1948), en una familia burguesa.
Sus abuelos fueron el fundador de Unió Democràtica de Catalunya Pau Romeva, la poetisa Clementina Arderiu y el poeta Carles Riba. Pero él prefirió romper convenciones y abrazar la utopía hippie, a la cual se mantuvo fiel hasta los últimos días.
Su espíritu rebelde y alternativo también marcó su carrera artística desde sus inicios, cuando conoció su admirado Salvador Dalí. A finales de los 60, en el marco de la Nova Cançó, els «setze jutges» lo rechazaron y Pau Riba acabó fundando Grupo de Folk, junto con compañeros y amigos del alma como Jaume Sisa, Jordi Batiste i Oriol Tramvia.
Y en este contexto, publica dos discos -«Dioptria I» (1969) y «Dioptria II» (1970)- que revolucionaron el panorama musical catalán. Tanto en cuanto a la sonoridad, marcada por las guitarras eléctricas, como en cuanto a las letras, todo un alegato contra la familia como pilar básico de la sociedad.
Discos que incluyen clásicos del cançoner del cantautor cósmico como «L’home estàtic» o «Noia de porcellana» y que presentó en un concierto legendario en el Price de Barcelona. El primer LP canta acompañado del grupo OM, formado por Toti Soler y Jordi Sabatés.
FUENTE: 324