Ambientada en L’Hospitalet y la Barcelona del Mobile, junto con la Galicia rural, Raúl Montilla, ha escrito una novela negra, en la que se vinculan los tres escenarios. Una serie de asesinatos e intrigas, junto a una subinspectora de los Mossos d’Esquadra, Laura García, que vive en el barrio de Can Serra de L’Hospitalet, se entrelazan, en esta novela llena de sangre, más propia de las series televisivas norteamericanas como CSI.
Raúl Montilla, estuvo muy vinculado en su juventud, y lo sigue estando a la ciudad de L’Hospitalet. Estudió en el Instituto Torras i Bages de Can Serra, actualmente es redactor de La Vanguardia, y ejerciendo este trabajo cubrió como periodista los congresos del Mobile World Congress que se celebran en L’Hospitalet y Barcelona. Observaba muchas cosas e iba anotando, mientras pensaba: “Aquí hay material para una novela”. El resultado es «El lamento del urco«.
La historia podría ocurrir en la realidad, aparecen escenas que Raúl ha vivido y personajes que ha conocido, como una comisaria de los mossos que el llama Carmen Igualada, o el gurú tecnológico que viene de EE.UU.
¿Es habitual que un policía y un delincuente se acuesten juntos? “Cuando tratas con policías, ves que algunos han caído del lado bueno pero que estaban en el filo y fácilmente podrían haber pasado al otro lado. No son delincuentes, por supuesto, pero hay una línea fina, sucede en más ámbitos de la vida», afirma Raúl»
Cada detalle que parezca inverosímil, ha surgido de un caso real: “Lo de los calabozos pintados de rosa lo he visto yo en una comisaría». añade Montilla. «Como corresponsal en la época de los macroburdeles Riviera y Saratoga”, afirma, yihadismo y hasta ¡francotiradores en Barcelona!, lo he visto casi todo». “En la misma cárcel Modelo se cargaron a un tío disparándole desde fuera»
Entre esas historias reales, por ejemplo, está la de “un alto ejecutivo coreano de una empresa del Mobile a quien le gustaba sentir el olor de la fruta fresca. Así que “en su despacho tenía todo el día a dos tíos con una gran espada cortando fruta a su alrededor. Imagínese el problema de seguridad que daba eso, todo eso es real. Yo solo me invento la trama…”
