La rehabilitación del Castell de Bellvís, en el barrio de la Torrassa, ha empezado a ser una realidad con la finalización de los trabajos de consolidación, restauración y arreglo del muro norte del edificio, como paso previo a los proyectos de intervención arqueológica y arquitectónica. Los primeros trabajos han tenido una duración de dos meses y han seguido el criterio de mínima intervención y máximo respeto.
La actuación ha sido realizada por una prestigiosa empresa especializada en la conservación del patrimonio, Gamarra & García -de la cual son responsables María José García Mulero, licenciada en Historia Antigua y Arqueología, y Agustín Gamarra, licenciado en Bellas Artes y especialista en restauración-, que cuenta entre sus intervenciones con el mantenimiento del conjunto arqueológico del siglo XVIII del centro del Borne, la consolidación de elementos ornamentales de la Sala Hipóstila del Parque Güell y diversos trabajos en los emplazamientos romanos de Badalona y Tona.
La intervención en el muro norte ha consistido básicamente en la limpieza y consolidación de los menajes con el objetivo específico de poner al descubierto, para que se puedan apreciar, las diferentes partes históricas y los elementos constructivos especiales que presenta esta construcción.
Según los responsables de los trabajos, «no se trata de ocultar las alteraciones que a lo largo de la historia ha experimentado la estructura original, como podría ser la abertura de puertas y ventanas o los agujeros de vigas de posteriores remodelaciones, sino dignificar a estas ‘heridas’ para que no estorben la visualización de los diferentes aparatos históricos que conserva y luce esta fachada patrimonial. Ahora se ha puesto en valor el castillo medieval y se puede ver el aspecto que tenía en los siglos XIII y XIV»
Tres proyectos de rehabilitación
El Ayuntamiento de L’Hospitalet ha encargado tres proyectos para la rehabilitación del Castell de Bellvís y su adecuación como Centro de Interpretación de la Época Medieval a la ciudad. La propuesta de intervención también incluye recuperar el espacio que rodea la fortificación como mirador de la ciudad y rememorar de esta manera su antigua función de torre de vigilancia, desde donde se controlaban los campos que ocupaban la montaña, la Vía Augusta y el delta del Llobregat.
Paralelamente a las obras de restauración del muro norte que han finalizado ahora, se está haciendo un trabajo de investigación de la línea de propiedad del edificio para valorar en rigor la definición histórica de los menajes. También se está trabajando en el proyecto de intervención arqueológica que incluirá las estructuras arquitectónicas y la excavación en extensión del solar y del subsol, como base documental teórica y gráfica para llevar a cabo la posterior actuación con el proyecto de restauración arquitectónica del edificio. La previsión es que la intervención arqueológica empiece a finales de 2022 y la restauración arquitectónica a finales de 2023.
Los restos del Castillo de Bellvís se descubrieron el año 2007 durante la realización de los trabajos previos para la rehabilitación de la Casa de la Torrassa, antigua masía situada en la ronda de la Torrassa. Los estudios históricos hechos con posterioridad documentaron la existencia de un gran edificio medieval de planta rectangular, construido en un momento no posterior en el siglo XII. Los fosos en los lados este y oeste indican que se trataba de una fortificación militar.
El Castillo de Bellvís está declarado bien cultural de interés nacional (BCIN) e incluido dentro del Plan especial de protección del patrimonio arquitectónico de L’Hospitalet (PEPPA).