Se trata de elementos de unos dos metros de altura con siete receptáculos diferenciados para lanzar CDs y DVDs, cartuchos de tinta para impresoras, pequeños aparatos electrónicos como móviles o cámaras, bombillas de bajo consumo y LED, pilas y baterías.
Hay instalados en siete puntos de la ciudad, son fijos y ofrecen un servicio de minidesechería urbana: en la plaza de la Estación; frente al Mercado Centro; plaza Gandesa; plaza Pallars; frente al Casal de Avis Almeda; esquina Mossèn Andreu/Miranda; y en la salida norte del metro Sant Ildefons.
Estos elementos urbanos complementan el servicio de la Deixalleria de Cornellà (situada en la calle Progrés), la Deixalleria Mòbil (que recorre todos los barrios de la ciudad de lunes a viernes), y las dos Re-Parades (en las calles Catalanes y Menéndez y Pelayo ), donde también se pueden depositar este tipo de residuos especiales, entre otros.
Contenedores especiales para pilas
En cuatro puntos de la ciudad también hay instalados contenedores específicos para pilas gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Cornellà con la Agència de Residus de Catalunya. Permiten lanzar todo tipo de pilas (de botón, alcalinos, etc.) y están situados en la avenida Baix Llobregat (delante Splau y estadio Español), carretera de Esplugues (delante de la escuela Sagrada Família), av. San Ildefonso/av. República Argentina, y plaza de Catalunya (esquina Miranda/Empordà).
Las baterías son un residuo que debe tratarse de forma específica, porque en su interior hay componentes potencialmente tóxicos. Por ello, no deben tirarse a la basura o contenedores de recogida selectiva, sino en contenedores especiales como éstos o bien entregarlas a los puntos limpios.
