En los últimos seis meses, el Ayuntamiento de Cornellà ha impuesto un total de 816 sanciones a personas titulares de perros que no han cumplido la normativa vigente de censar a los animales con chip y prueba de ADN. Asimismo, en la campaña de recogida de muestras de heces para la realización de pruebas de ADN, se ha detectado que el 50% pertenecían a perros que están censados de forma adecuada.
La normativa que obliga a censar a los perros con chip y ADN se recoge en la Ordenanza General de Convivencia Ciudadana desde el año 2021, en los artículos 92 y 95. Desde entonces, el Ayuntamiento ha desarrollado diferentes campañas informativas y de concienciación en el municipio destinadas a los propietarios de animales, que ha contado con el apoyo de las clínicas veterinarias de la ciudad.
El objetivo de esta normativa es doble: por un lado, preservar el bienestar del animal y combatir el maltrato y evitar los abandonos y, por otro, contribuir a solucionar problemas de salubridad, limpieza urbana y convivencia ciudadana.
La identificación de muestras de heces por patrón de ADN de las calles que no han sido recogidas por las personas propietarias de perros se desarrolla por una empresa especializada, en coordinación con la Guardia Urbana, de forma periódica (una vez por semana) en diferentes sectores de la ciudad, sobre todo en aquellos puntos sensibles donde se han detectado mayores incidencias de este tipo o se han recibido quejas por parte de la ciudadanía.
Una vez hecha la inspección, se procede a señalizar el lugar donde se ha realizado la prueba para que la ciudadanía sea consciente del esfuerzo que se está realizando por parte del consistorio y todo el mundo colabore por una ciudad más cívica.
El procedimiento permite conocer de forma rápida si el animal está o no censado genéticamente. Cabe destacar que las sanciones por el incumplimiento de esta normativa pueden ser leves o graves, dependiendo de si existe reincidencia o de si las heces se han encontrado en zonas de gran afluencia de personas, parques y lugares infantiles, ya que esto puede tener mayor afectación para la salud pública.
Las sanciones pueden ir desde los 300 a los 1.500 € y su objetivo es actuar con contundencia frente a los comportamientos incívicos de una minoría que perjudica tanto al conjunto de los propietarios que sí actúan de forma cívica como al resto de la ciudadanía.
A este respecto, la Ordenanza permite sustituir las multas por trabajos sociales. Esta medida pretende conseguir que la persona sancionada reflexione sobre las consecuencias de sus acciones, tanto a nivel personal como comunitario, fomentando un cambio de actitud y mejorando la cohesión social.
La campaña de concienciación e información llevada a cabo también ha puesto de relieve que las personas que adquieren perros recientemente están cumpliendo la normativa con la doble identificación censal. Actualmente, hay 3.448 perros genotipados, de los que 1.368 han sido dados de alta en 2024.
Varias clínicas veterinarias de Cornellà y del entorno están suscritas a la iniciativa y ofrecen la prueba de ADN necesaria para el registro por un precio fijado de 40 euros. Estas clínicas se pueden consultar en este enlace.
Mejoras importantes en los espacios caninos de la ciudad
También pensando en el bienestar de los animales, desde el consistorio se crean espacios para que éstos disfruten de un entorno seguro y limpio. Recientemente, se han habilitado dos nuevos espacios para perros (correcanes) en la ciudad. En total, Cornellà cuenta con 15 parques caninos y 6 espacios para perros que suman más de 13.000 metros cuadrados.
Cada año, el Ayuntamiento destina cerca de 150.000 euros a la limpieza y mantenimiento de estos espacios, como el cambio de arena, que se realiza una vez al año, la desinfección del terreno, cada mes; y la limpieza regular todos los días del año, además de las labores de mantenimiento de papeleras, fuentes y vallas.