El Ayuntamiento de Cornellà de Llobregat, pone en marcha esta semana una campaña informativa sobre la implantación del ADN canino. Una docena de educadores cívicos explicarán en los espacios públicos (con trípticos informativos y regalando porta-bolsitas para recoger los excrementos), la obligatoriedad de tener a los perros registrados en el censo canino municipal tanto con microchip homologado como con patrón de ADN.
Paralelamente, se enviará una carta informativa a los propietarios de perros que estén correctamente registrados en la que se incluirá un vale para poder hacer la prueba de ADN de manera gratuita hasta el 31 de marzo de 2022.
Con esta campaña se quiere reducir la tasa de abandonos y contribuir a solucionar problemas de salubridad y convivencia.
El registro de huella se hará mediante una prueba de saliva indolora en una de las clínicas veterinarias adscritas a la campaña.
El objetivo de esta medida es doble: por una parte se quiere preservar el bienestar del animal y reducir el maltrato y la tasa de abandonos y, por otra, contribuir a solucionar problemas de salubridad, limpieza urbana, bienestar y convivencia ciudadana.
El problema de las deposiciones de los perros es una queja constante por parte de la ciudadanía y es una de las infracciones relacionadas con el civismo que provoca más sanciones por parte de la Guardia Urbana (302, entre el enero y octubre de 2021). Según se especifica en la Ordenanza Municipal de Convivencia las sanciones por no cumplir con la normativa vigente pueden llegar a los 1.500 euros.
A parte del daño estético, este hecho supone también un riesgo para la higiene, especialmente cuando los excrementos son abandonados en parques públicos, pistas deportivas o en otros espacios frecuentados por niños. Con la identificación directa mediante el ADN, el Ayuntamiento espera poder erradicar una práctica minoritaria, pero que perjudica la imagen y la convivencia en la ciudad.