La Guardia Urbana de Cornellà ha tenido que intensificar su actividad durante el año 2020, especialmente desde que se decretara el estado de alarma el 14 de marzo.
Desde entonces y hasta el 31 de diciembre de 2020, la policía local ha adaptado los dispositivos en función a la evolución de la pandemia.
Principalmente, se ha encargado de controlar el cumplimiento de las restricciones sanitarias, desarrollando multitud de inspecciones a locales comerciales y empresas para garantizar el confinamiento y la adecuación a la normativa sanitaria vigente.
Fruto de estas inspecciones, la policía local ha detectado 3.094 infracciones y ha cerrado 12 actividades comerciales. Las razones de estos cierres han sido la falta de medidas sanitarias (4), no respetar los aforos decretados (4) y la falta de licencias o condiciones técnicas de la actividad (4).
En relación con la elevada demanda de asistencia social durante el primer periodo del estado de alarma, desde la Guardia Urbana y en coordinación con la Organización Municipal Excepcional -creada para gestionar la emergencia sanitaria- se realizaron asistencias a domicilio para proporcionar alimentación básica.
También se ofreció un servicio para la disposición de fármacos prescritos por los facultativos entre las personas más vulnerables, coordinado con las farmacias de la ciudad.
Desde el mes de marzo, cuando se decretó el estado de alarma, se desprende un aumento significativo de los servicios realizados en el ámbito de la Protección Civil y Emergencias. En concreto, esta tipología de servicios representa el 41% de las actuaciones de la Guardia Urbana durante 2020..
