Se calcula que unos 35.000 judíos entraron en España en plena segunda guerra mundial, y se pudieron salvar del genocidio de Adolf Hitler. Cruzaron la península con la ayuda de muchas personas anónimas que los ayudaron. Se había organizado una estructura de apoyo, tutelada por los servicios secretos judíos.
Francia fue ocupada y vencida por los alemanes, al inicio de la segunda guerra mundial, y sus ejércitos llegaron hasta la frontera con España. Catalunya y Andorra, al ser frontera con Francia fue un territorio de paso importante por los perseguidos por el nazismo. L’Hospitalet fue un punto determinante en esta fuga. El céntrico “Bar de La Rambla”, ubicado en la Rambla de Just Oliveras, esquina con la calle de Barcelona, (donde ahora hay una oficina del BBVA), era conocido en aquella época como el bar de Antonio.
Antonio Puigdellívol y su familia regentaban el negocio. El bar era el punto de encuentro y de contacto y donde se escondían familias judías, que llegaban a Barcelona y a sus alrededores, provenientes de la frontera con Francia, escapando del régimen de Vichy aliado de los Nazis. Francia ocupada por el ejercido alemán, había iniciado también una persecución a los judíos se había extendido prácticamente por toda Europa.
Antonio Puigdellívol era el jefe de la red de evasión en L’Hospitalet. El “Bar de la Rambla” era un espacio de libertad. Era el lugar donde se escondían temporalmente y donde se preparaba a los refugiados para que pudieran huir a un tercer país. L’Hospitalet y el “Bar de la Rambla”, de Antonio Puigdellívol, desarrollaron un papel destacado, que salvó al muchos judíos de una muerte asegurada.
Font de la informació: Article publicat al diari El Mundo, el 13 de novembre de 2016, autor Héctor Marín
Estudi i investigació: Rosa Sala Rose i Plàcid Garcia-Planas
Imatges: Museu de L’Hospitalet i Arxiu Municipal