El barrio de Bellvitge de L’Hospitalet, empezará a finales de esta semana a festejar su Festa Major 2023. Una celebración que de alguna manera, cierra el periodo vacacional, e invita a que los ciudadanos se vayan acostumbrando al ritmo habitual.
En el recordatorio de imágenes que presentamos, no pretendemos hacer un recorrido histórico, si no un resumen de fotografías que hemos ido publicando en el TOT L’HOSPITALET I BAIX LlOBREGAT.
El barrio de Bellvitge era una zona destinada a la agricultura de regadío, muy productiva gracias a las fértiles tierras, con predominio de huertas.
La fertilidad de las tierras vino propiciada por la aportación de sedimentos del rio Llobregat cuando se desbordaba. Estas inundaciones que se producían, creaban estanques de lodo y agua que con el tiempo eran focos de epidemias y de malaria.
Los primeros indicios de que el lugar estaba habitado se remontan a los siglos X y XI, entre los cuales se fecha la construcción de la ermita de Bellvitge.
Bellvitge, proviene del nombre visigótico «Amalvigia», propietaria de un canal de riego citado en un documento del año 995. El canal parece ser que sería más bien para desembozar las aguas al río y no para traerlas, ya que el terreno eran marismas. El término Amalvigia, se transformó en lengua vernácula en Amalvitja, y posteriormente en Malvitja, pero se fue transformando en Bellvitja, Benvitge… y finalmente quedó en Bellvitge.
En el año 1964 se inició la construcción del barrio tal y como es hoy en día junto a la ermita.
Las primeras construcciones se levantaron junto a la ermita, iniciándose en la Avenida Nuestra Señora de Bellvitge, donde se instaló la fábrica de prefabricados de CIDESA y extendiéndose por toda la parte sur: Calle Ermita y Calle Prado. Posteriormente, en 1968 se procedió a la edificación de los terrenos de la parte norte: Avenida Europa y Avenida América. lo último que se urbanizó fue la parte central de la Rambla de la Marina.