Un hombre de 58 años que estaba a punto de ser desahuciado de su casa, en el barrio de Sants se ha suicidado justo después de que la comitiva judicial llamara a la puerta para cumplir el lanzamiento. Así lo ha avanzado el diario «EL PAÍS» y lo ha podido confirmar la cadena de televisión BETEVÉ.
Según fuentes del consistorio barcelonés, la víctima, que vivía en la calle Bacardí número 15, estaba siendo atendida por los servicios municipales para acompañarla, y también para poder mediar con la propiedad. De hecho, los Servicios Sociales habían emitido un informe de vulnerabilidad para evitar que se le desahuciara pero la justicia lo rechazó.
El Juzgado de Primera Instancia número 3 de Barcelona no aceptó el informe municipal para suspender el desahucio, ya que, según su parece no se cumplían las exigencias legales para poder aplazar el lanzamiento.
Fuentes judiciales explican que el inquilino no pagaba el alquiler del piso desde junio del 2020, y que había sido denunciado por el propietario, una persona física. De hecho, ya se había establecido una primera fecha de lanzamiento para el desalojo, pero se suspendió porque el hombre solicitó tener acceso a la justicia gratuita
Según ha publicado el rotativo «EL PAIS», dos funcionarios se han presentado en la vivienda para proceder al desahucio. En este caso, dado que no se preveía ninguna convocatoria ciudadana para evitarlo, no había presencia policial. Los funcionarios de justicia han llamado a la puerta, el hombre les ha abierto e inmediatamente después se ha lanzado al vacío por el patio interior de la vivienda.
