Barcelona decidió que los laterales de Gran Via y Diagonal dejaran de ser calles para cruzar la ciudad de punta a punta. Los coches no pueden utilizar estos espacios de manera lineal, ya que que a partir del 8 de febrero se instaló una señalización que obliga a girar a la derecha en determinados cruces.
Uno de los objetivos de la medida es que los carriles bici desaparezcan de la acera, y se instalen en la calzada, ganando espacio para los ciudadanos de a pie.
Tanto en el lado montaña, como en la ladera mar, los vehículos tienen la obligación de desviarse cuando llegan a determinadas calles.
La nueva señalización, se instaló a lo largo de la semana pasada en siete cruces de la Diagonal, entre Francesc Macià y paseo de Sant Joan, y en ocho de la Gran Via, entre plaza Espanya y Tetuan.
Todos siguen la misma estética, con pintura en el asfalto y señales junto al semáforo. Ahora bien el incumplimiento de la medida por parte de los conductores, es habitual, tanto en la Diagonal como en la Gran Vía.
Mas del 80% de los vehículos hacen caso omiso a las señalizaciones que les obliga a girar, y continúan circulando por la misma vía.
Los partidos de la oposición excepto Esquerra Republicana, han pedido revertir la medida. La Guardia Urbana iniciará en los próximos días una campaña pedagógica antes de empezar a multar.
