El transporte público de Barcelona incumple, cuando va lleno, los estándares de ventilación que recomiendan los expertos para minimizar los contagios de covid por aerosoles. Esta es la conclusión a la que ha llegado un estudio encargado por la emisora de radio RAC1.
En el trabajo realizado se ha medido la cantidad de dióxido de carbono que hay en 15 trenes y autobuses de la ciudad de Barcelona. Este es el indicador que muchos especialistas tienen en cuenta para conocer si un espacio está bien ventilado o no lo está. El resultado es que en las horas punta hay más CO2 del que tendría que haber.
TMB reconoce el problema y su técnico higienista Eugeni Servan, ha explicado a RAC1 que trabajan para mejorar la circulación de aire en el metro y bus en las horas punta: “Se tiene que fomentar la recirculación y la aportación de aire exterior. La ventilación en el metro sería más eficaz haciendo una apertura de todas las puertas aunque nadie quiera bajar, para poder intentar paliar estos picos”.
Muchos expertos reclaman que el transporte público tenga medidores de CO₂, que los usuarios puedan ver y decidir si cogen o no el metro o el bus.
El estudio encargado por RAC 1, ha medido el dióxido de carbono que se acumula a lo largo de los trayectos de aproximadamente 15 minutos en las principales líneas de metro y líneas de bus que circulan por el centro de Barcelona a diferente horas del día. El dióxido de carbono es el gas que dejamos ir cuando respiramos, y si hay mucho CO₂ en el aire, quiere decir que no se ha ventilado lo suficiente.
El resultado del experimento es que en horas punta, cuando el metro y el bus se llenan, los niveles de CO₂ suben por encima de los límites recomendados por los expertos.
