«La Cuca de la Llum», se estrenó este sábado, es el nuevo funicular. Supondrá un gran impulso por el Tibidabo y para toda la ciudad, puesto que se recupera un transporte emblemático para Barcelona, e implica una reordenación del transporte en la montaña para conseguir una movilidad sostenible. Nace con una doble función: ser la primera experiencia del Parque y el principal acceso a la cumbre.
Lo han bautizado como «Cuca de la Llum» por su estética. Los grandes ventanales permiten ver mejor las panorámicas de la ciudad y la montaña, y el objetivo es que se considere la primera atracción del Tibidabo.
La iluminación, que sigue una línea moderna, también será parte importante de la nueva imagen de la «Cuca de la Llum» y se potenciará cuando anochezca.
La reforma ha supuesto una renovación integral de la infraestructura ferroviaria, que incluye las estaciones, la plataforma de las vías y la sustitución de la antigua catenaria por un tercer carril, que ha permitido que los nuevos vehículos tengan más altura y, por lo tanto, más espacio interior. Ambos vehículos serán de conducción automática, gracias a un avanzado sistema de operación del servicio que permite una mejor optimización y más seguridad.
