Ell cielo ha vuelto a impregnarse estos días de con un color marrón claro. Cuando aparece esta tonalidad, quiere decir que que hay polvo en suspensión. Si lloviera, las precipitaciones volverían a estar acompañadas de barro.
Científicos franceses de la Asociación para el Control de la Radiactividad (ACRO) han analizado el polvo, que se produjo en la última irrupción de polvo sahariano, que se recogió de los parabrisas de un coche, cerca de la frontera entre Francia y Suiza.
Con los resultados en la mano, encontraron trazas de Cesio-137. En el informe que presenta ACRO, se explica que este es un producto radiactivo que no se encuentra habitualmente en la naturaleza, y que es producto de una fusión nuclear asociada a una explosión nuclear.
No se trata de niveles radiactivos que sean tóxicos para la salud humana, pero, según el informe, la contaminación radiactiva estaría producida por las explosiones nucleares de los ensayos nucleares franceses de hace 60 años en Argelia.
Esta semana la entrada de polvo continuará sobre el cielo de la Península y de buena parte del sur de Europa.
