25/10/2024

Blanca la vecina de un piso del Gòtic de Barcelona donde ha vivido 55 años, desahuciada por el impago de 89 euros

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BLANCA

CAPTURA PANTALLA RTVE

02/02/2024

Este jueves han desahuciado a Blanca, una vecina de 78 años de Barcelona, que la han echado del piso por no haber pagado a tiempo 88,8 euros. El caso quedó parado gracias a la presión social ejercida por las entidades, pero finalmente no se llegó a ningún acuerdo con la propiedad y el Ayuntamiento.

Blanca Espinosa ha tenido que marcharse del piso donde ha vivido a lo largo de 55 años .

El origen del caso se remonta al año 2017, en aquel momento los propietarios y la inquilina acordaron unas obras de mejora en la vivienda asumidas por la propiedad con la contraprestación de aumentar en 88,8 euros mensuales el alquiler . Blanca no pagó inicialmente las dos primeras mensualidades, es decir, 177,6 euros, porque creía que las obras no se adecuaban a lo pactado.

Ella y su marido, que ya ha fallecido, no estaban de acuerdo con el trabajo realizado . Habían quedado, entre otras cosas, zonas sin tapar en el baño o cajones de la cocina mal encajados, que no cerraban, y no se correspondía con lo que se había quedado con la propiedad.

Sin embargo, la propiedad del inmueble lo denunció y, finalmente, la Audiencia Provincial de Barcelona le acabó dando la razón a la propiedad, al considerar que el retraso en el primer impago ya era motivo suficiente para dictar una orden de desahucio . De nada sirvió que la vecina acabara abonando todo su importe.

Se llegó a un principio de acuerdo en el mes de noviembre

En noviembre se logró detener el quinto intento de desahucio. En ese momento, las partes alcanzaron un principio de acuerdo en el que la propiedad aceptó negociar un alquiler a precio de mercado, ya que Blanca vivía en un piso con contrato de renta antigua que pagaba 340 euros mensuales.

La propuesta era que la propiedad recibiera un alquiler por un importe de 1.000 euros , que la mujer continuara pagando la renta antigua y que el Ayuntamiento añadiera el resto del importe. Todo ello, hasta que la vecina pudiera acceder a un piso social, con una fecha de alrededor de un año.

Sin embargo, este principio de acuerdo finalmente se ha acabado rompiendo y Blanca se ha visto obligada a marcharse después de vivir en esta vivienda desde 1968 . Por el momento, se alojará en una pensión en el Eixample, que se ha activado como alojamiento de emergencia y hasta que no tenga acceso a una vivienda pública.