Tras años de decadencia y abandono, ya se han trazado las líneas maestras para el inicio de la transformación del Moll d’Espanya, en el Port Vell de Barcelona, que tuvo su época más algida cuando la ciudad se abrió al mar con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992, pero que luego fue languideciendo.
El plan previsto, es construir en el espacio que quede liberado, después del derribo del Imax y los cines Maremagnum, una segunda sede del Liceu. El Imax, el cine de películas en 3D está cerrado desde el2014, y los Cines Maremagnum, bajaron la persiana un año más tarde. En el centro comercial, que aun continua abierto cada vez hay más persianas bajadas..
El presidente del Port de Barcelona, Damià Calvet, ha sido el encargado de hacer público este lunes que la demolición del Imax está prevista para antes de 2023. «Seguro que este año ya lo veremos derribado», ha dicho, y ha añadido que será «más pronto que tarde». Ha concretado que el edificio irá al suelo en cuanto el proyecto del Liceu salga a licitación y se adjudique, y a expensas de que el patronato del Liceu se reúna en abril para aprobarlo. Según ha afirmado, ya ha habido reuniones entre las administraciones consorciadas y el Port para analizar su viabilidad «urbanística, proyectual y financiera».