El Ayuntamiento de Barcelona intensifica la lucha contra los grafitos y las pintadas en la calle. Lo hará con un refuerzo de la limpieza, pero sobre todo poniendo el foco en los autores de los grafitos, con más denuncias por infringir la ordenanza de civismo y, por lo tanto, más multas. En algunos casos, incluso se plantea la vía penal, que podría resultar en penas de prisión, según ha publicado BETEVÉ. En este sentido, el teniente de alcalde de Prevención y Seguridad, Albert Batlle, ha remarcado que “es un tema de limpieza pero también de civismo”, en declaraciones a Betevé. «No queremos que la imagen de la ciudad se vea malograda con paredes, persianas o elementos del patrimonio vandalizados”
Las que más preocupan son las pintadas en edificios patrimoniales protegidos o las que supongan un desperfecto grave. También las acciones en puntos como, por ejemplo, el metro, donde las pintadas suponen un peligro e impiden la circulación de los convoyes afectados. Es precisamente en casos como estos cuando la denuncia se podrá tramitar por la vía penal. Desde el consistorio barcelonés, no han concretado qué podrían ser las penas de prisión, como tampoco las multas que se tramiten penalmente, porque en estos casos dependerían del juez. En cambio, las que se impongan por vía administrativa son de entre 300 € y 500 €. Para reforzar el control, se intensificarán los controles de la Guardia Urbana. Batlle ha reconocido que hasta ahora “no ha habido una acción sancionadora que tuviera carácter disuasivo”.
Barcelona destinará más presupuesto para borrar las pintadas
Para hacer desaparecer las pintadas, el Ayuntamiento ha aumentado en 1,8 millones el presupuesto de limpieza de grafitos, tanto en edificios patrimoniales como el resto. En el primer caso, se destinarán 1 millón de euros, mientras que el resto se destinarán a incrementar el presupuesto de la contrata de limpieza de pintadas. El objetivo es que el servicio funcione de manera más flexible y con más rapidez.
