La familia de la niña de 11 años que sufrió una agresión sexual en el centro comercial Màgic de Badalona abandonará la ciudad entre esta semana y la que viene para trasladarse a un municipio de la comarca del Baix Llobregat, según han explicado fuentes municipales, y ha recogido La Vanguardia.
Los servicios sociales del Ayuntamiento badalonés están ayudando a los padres de la niña, cuya familia es de origen ghanés, para poder hacer todos los trámites y facilitar su traslado a otra ciudad, pese a que la Mesa de Emergència no les ha catalogado como familia vulnerable, ya que disponen de ingresos.
En la actualidad estaban en un proceso de desahucio de un piso de la Sareb en Badalona, pero la propia inmobiliaria les ha facilitado otra vivienda en una gran ciudad del Baix Llobregat, próxima al trabajo del padre, según La Vanguardia.
Evitar a los agresores
Los afectados por este caso de violencia sexual no quieren encontrarse con las familias de los agresores, según han explicado el alcalde Rubén Guijarro y el regidor de Drets Socials, David Torrents. En este sentido, desde el servicio de psiquiatría de Can Ruti, que atiende a la menor, han reclamado que se deje de hacer declaraciones sobre la víctima, porqué cualquier información afecta negativamente a su recuperación.
El Departament d’Educació, por su parte, ya ha iniciado un nuevo proceso de escolarización de los dos hijos pequeños de la familia, la niña afectada por la agresión sexual y su hermano, que recibió amenazas de muerte en las redes sociales por parte de un individuo que fue localizado y detenido. La tercera hermana, universitaria, que denunció el caso públicamente, está ya emancipada.
Desde el Ayuntamiento niegan tajantemente las acusaciones vertidas sobre la falta de atención a las víctimas e insisten en que el contacto con las familias ha sido constante, que las profesionales del Centro de Salud Mental Infantojuvenil «han estado pendientes en todo el momento de las víctimas» y que «el propio alcalde, ha contactado varias veces con los parientes». Fuentes municipales también lamentan la utilización política que se hace de algún caso concreto, pero aseguran que «no entraremos a debatir ni valorar por respeto al resto de los afectados».
La mayoría de las familias de los seis agresores, todas ellas consideradas desestructuradas y usuarias habituales de los servicios de atención, no atienden a los requerimientos del Ayuntamiento ni de Servicios Sociales de Badalona, con lo que impiden cualquier tipo de actuación con los menores agresores. FUENTE: LA VANGUARDIA
