Agentes de la División de Investigación Criminal (DIQUE) de la Región Policial Metropolitana Norte de la Policía de la Generalitat-Mossos d’Esquadra detuvieron entre el pasado 17 y 18 de noviembre, dos hombres y una mujer, de entre 31 y 49 años, de nacionalidad congoleña y española, vecinos de Barcelona, como presuntos autores de un delito continuado de estafa y pertenencia a grupo criminal.
Tal y como informan la Policía, el hecho detonante para el inicio de la investigación fue la denuncia por estafa presentada por el representante de una empresa de Viladecans (Baix Llobregat) a finales del mes de agosto, por la manipulación de un pagaré nominativo que había emitido a favor de un proveedor suyo pero se había ingresado, alterando el importe inicial, en una cuenta ajena a su relación comercial.
La investigación policial dio como resultado el descubrimiento de un grupo criminal especializado en dos tipologías de estafas bancarias.
La primera modalidad consistía en la sustracción de correspondencia ordinaria de los buzones de correos de empresas situadas en polígonos industriales para conseguir sustraer cartas que contenían cheques, pagarés o órdenes de pago nominativos en concepto de abono de servicios.
Una vez conseguidos los datos, los autores manipulaban el contenido con productos químicos y conseguir modificar los datos iniciales y el importe. Cuando ya estaba alterado, hacían los ingresos en cuentas bancarias para realizar el reintegro en metálico a ventanilla o cajeros automáticos.
La segunda modalidad empleada era el Mailing, consistente en introducirse al sistema informático de las empresas para buscar sus relaciones comerciales y usurpar correos electrónicos de empresas. Una vez elegían el objetivo, se ponían en contacto con ellos para facilitar un nuevo número de cuenta bancario, gestionado por la organización, en el que ingresaban el dinero derivado de su relación comercial.
La investigación ha permitido observar que los miembros del grupo criminal tenían los roles muy definidos. De esa forma, el hacker, situado en el Reino Unido, era el que hacía las intrusiones informáticas.
También existía un un hombre, de nacionalidad congoleña y con numerosos antecedentes por estafa, que sería el encargado de gestionar las cuentas bancarias donde se ingresaban el dinero fraudulento y de de contactar con personas dispuestas a ceder o constituir estas cuentas bancarias.
Por los datos provisionales que dispone el cuerpo policial, solo durante el mes de octubre el grupo habría cometido, presuntamente, tres estafas con un beneficio fraudulentamente de 200.000 euros.
Los detenidos pasaron a finales de la semana pasada a disposición judicial ante el juzgado de instrucción en funciones de Barcelona. El juzgado ha decretado el ingreso a prisión provisional del principal investigado, quién tiene numerosos antecedentes delictivos por estafa.
Según informa Mossos d’Esquadra, la investigación continúa abierta para identificar y detener el resto de los integrantes del grupo y averiguar si los detenidos pueden estar implicados en otras estafas.