Las noches se quedan cortas y la diversión termina desbordándose. La imagen se está repitiendo en muchos rincones de Catalunya, del resto de España, y también en L’Hospitalet y Cornellà, que no son una excepción, nos guste más o menos. Las noches de los viernes y los sábados acaban muchas veces como el rosario de la aurora. El exceso de alcohol, y otras substancias provocan el descontrol en el espacio público cercano a las salas de baile y las discotecas.
El último lugar en el que se han registrado problemas derivados del ocio nocturno es en el barrio del Centre de L’Hospitalet. Los clientes de las discotecas del poligon Famades, que se encuentran en el término municipal de Cornellà, son un foco de tensión, conflicto y caos, ahora y desde hace muchos años.
La tensión se ha ido acumulando desde el comienzo del verano hasta dejar este fin de semana un escenario de caos. El viernes pasado hubo enfrentamientos, peleas, la presencia de la policía, gritos etc. Los vecinos sin dormir, y sin poder coger el metro en la estación del metro de la Línea 1 del Carrilet, a primera hora del sábado o del domingo, porque los clientes de las discotecas, cuando vuelven a su casa, con una taja de cuidado, se comportan como unos incivilizados, y unos energúmenos. Toda esta situación no ayuda en nada, a que los ciudadanos puedan vivir a gusto, tranquilos y felices. Si a la crisis económica, precio del gas, de la electricidad, precariedad laboral, encarecimiento de los alimentos sumamos el descontrol del espacio público, pues…es el apaga y vámonos, y que el último cierre la luz.