Un grupo de vecinos destrozó este jueves el centro de menores de Torredembarra, en la comarca del Tarragonès, e hirió dos de los residentes, uno de los cuales de gravedad.
Los hechos ocurrieron después de una manifestación vecinal que reclamaba más seguridad a raíz de varios delitos cometidos por unos jóvenes mayores de edad que viven en una casa ocupada.
Posteriormente a la concentración, el grupo fue hasta la casa ocupada, que consideran el foco de la delincuencia.
Los jóvenes no estaban, puesto que, previendo la crispación, se los trasladó al consulado del Marruecos a Tarragona. Pero el grupo atacó dos jóvenes en medio de la calle -uno de ellos quedó en estado grave- y provocaron destrozos en el centro de menores que hay en la población.
El herido se encuentra ingresado en el Hospital Santa Tecla de Tarragona con la nariz rota. Los manifestantes también se dirigieron al centro de menores de titularidad de la Generalitat e hicieron destrozos antes de entrar y atemorizar los residentes.
El problema viene de lejos y se centra en la casa objeto de controversia, ocupada por una decena de jóvenes. Los vecinos convocaron la concentración para pedir soluciones.
«Nos dicen que necesitan tiempo, pero no hay tiempo: los tiempos se ha dado. La persona de más de 80 años que te coge la mano y te dice que no puede dormir… Qué esperamos, que tenga un infarto? Cuando sales por la noche porque sientes ruido y te los encuentras dentro de casa tuya», explica Matías Redondo, vecino de la zona y organizador de la protesta.
Los ocupas, mayores de edad, tienen atemorizados los vecinos y desde el mes de julio del año pasado los Mossos d’Esquadra y la Policía Local de Torredembarra han hecho hasta once detenciones. Principalmente por robos con fuerza en viviendas y en vehículos, pero también por resistencia y desobediencia a la autoridad y hurto.
Según han informado fuentes de los Mossos d’Esquadra, la concentración transcurrió sin incidentes, pero posteriormente un grupo de unas ochenta personas se desplazóa la calle Mimosas con la intención, de echar los jóvenes de la vivienda ocupada.
Después, un grupo de personas que protestaban en este lugar marcharon del lugar hacia el parque de Cal Llovet y agredieron un chico de 18 años que reside en un centro de menores que la Generalitat tiene en el municipio.
El joven consiguió refugiarse en un bazar chino próximo y, a pesar de que los atacantes insistieron al propietario del local que lo dejaran salir, finalmente una patrulla de la Policía Local hizo bajar la persiana del negocio y evitó males mayores.
El Ayuntamiento ha apuntado que dos menores más se tuvieron que refugiar en la biblioteca Maestra Maria Antònia.
Los Mossos señalan que este grupo de personas volvieron de nuevo a la calle Mimosas para intentar entrar en el piso ocupado, pero no lo consiguieron. Mientras tanto, un grupo de media docena de personas asaltó el centro de menores, rompió los vidrios de la puerta de acceso y de las ventanas y rompió el mobiliario del interior.
Los residentes se tuvieron que refugiar en las habitaciones hasta la llegada de la policía.
«Ellos no son el problema, ellos tienen un problema», dice Susana Navarro, una vecina a quien han robado dos veces en dos meses.
Los Mossos d’Esquadra tienen una investigación abierta para identificar el grupo que agredió los menores y que causó los daños en el centro residencial.
El Ayuntamiento ha mostrado «su preocupación por la gravedad de los hechos sucedidos» y ha hecho «un llamamiento a la tranquilidad». «Para evitar más disturbios, se ha reforzado el servicio de Policía Local y Mossos d’Esquadra. La violencia y la xenofobia no se pueden tolerar y nunca, nunca son el camino ni la solución», ha añadido la nota.
