Peleándose por quedarse con una vivienda donde estaba todavía el cadáver del inquilino, que parece ser que llevaba al menos 10 días muerto. La Policía Nacional y los Bomberos lo encontraron tras abrir la puerta.
Estos hechos ocurrieron en un edificio de viviendas sociales de la avenida Catedrático Soler, en el barrio Miguel Hernández de Alicante.
Los agentes tuvieron que actuar para separar a dos familias que discutían entre empujones por okupar el piso. Dos policías se vieron obligados a custodiar el inmueble hasta que la Generalitat Valenciana, propietaria del inmueble de viviendas sociales tapió la entrada.
Las familias que se disputaban el piso a punto estuvieron de llegar a las manos, según testigos, y una de ellas esgrimió el certificado de empadronamiento de la abuela de una de las personas que pugnaba por la casa reclamando el derecho a hacerse con ella, según ha informado EL PERIÓDICO DE CATALUNYA.
Un portavoz de la Generalitat Valenciana, manifestó: «Se ve que cuando ha llegado la ambulancia y se ha conocido que una persona había fallecido y la vivienda podía quedar vacía, ha habido personas merodeando y se han puesto a buitrear. Intentamos ser lo más diligentes que podemos, pero llega un momento en que, aunque tabiquemos o pongamos puertas blindadas (en las viviendas que se quedan vacías), lo revientan y entran».
Según confirmaron fuentes policiales, el inquilino del piso, de unos 70 años de edad, falleció hace unos 10 días y mientras se procedía al traslado del cadáver se produjo una disputa en el exterior por el piso entre varias familias. «Se estaban peleando, empujándose, aunque no se han llegado a agredir, para okupar el piso.
Las mismas fuentes explicaron que el fallecido tenía parientes, de hecho se personaron en el domicilio tras ser avisados, pero hacía vida en solitario y era habitual que pasaran días sin que hablara con los suyos. Fueron los vecinos los que avisaron a la Policía y los Bomberos tras ver que salía agua por debajo de la puerta de la vivienda.