Este lunes, nos levantamos por la mañana con la noticia de una persona tiroteada en plena calle del barrio de Collblanc, el origen del conflicto, un enfrentamiento en un bar de ambiente latino.
Las noticias sobre los conflictos en los bares musicales, la mayoría de ambiente latino en L’Hospitalet, son constantes: «Peleas, ruidos, drogas y apuestas ilegales«. Las discusiones, la música de madrugada y la inseguridad han hecho un sin vivir a los vecinos de diferentes barrios de la ciudad.
Hay locales que acumulan decenas de sanciones de la Guardia Urbana por diversas infracciones: ocupación de la vía pública, estacionamiento de patinetes en la puerta, exceso de sonido, malas condiciones sanitarias y superar aforo, entre otras. Los Mossos, por su parte en colaboración con la Guardia Urbana, hacen intervenciones, y si hay motivo se producen detenciones, pero no es suficiente.
Si los responsables de estos bares, no tienen el suficiente sentido común ni tampoco la responsabilidad, después de que los visiten los Mossos, y la Guardia Urbana, de corregir y rectificar, no hay más remedio que tomar medidas más drásticas.
A pesar de este esfuerzo, por parte de las fuerzas de orden público, el problema continua, y los vecinos y vecinas, que quieren vivir en paz, y tienen todo su derecho, siguen sufriendo molestias, y tienen miedo, si miedo, a salir según a que horas de sus casas.
Urge, que la administración tome cartas en el asunto, y los expedientes abiertos a los bares conflictivos, si la ley lo permite, desemboquen al cierre definitivo de estos locales. La mayoría de los vecinos y vecinas de L’Hospitalet, vengan de donde vengan, quieren vivir, de forma segura y pacífica, en buena convivencia, en comunidad, como siempre ha sido.

